Esto tampoco lo hemos inventado nosotras, para qué mentirte. Se llama sexercise y nace de la unión de la palabra inglesa "sex" (sexo) con "exercise" (ejercicio). Un estudio de la Universidad de Quebec en 2013 lo popularizó tras concluir que el sexo podría ser un buen ejercicio moderado. ¿Pero cuántas calorías se pueden llegar a quemar en una jornada de placer?

Eso mismo se preguntó la economista especializada en salud, Julie Frappier, quien puso a trabajar a todo su equipo para comprobarlo. En el estudio los sujetos corrían en una cinta y después mantenían relaciones sexuales durante 30 minutos. Los resultados fueron muy interesantes: correr en una cinta consume 8,15 calorías por minuto y el sexo 3,6 calorías por minuto. Midieron también el nivel de satisfacción y el 98% preferían correr(se). El 2% restante son esos runners que se levantan a las 6 de la mañana Dios sabe para qué.

Seguro que ya estás tirando toda la ropa fitness que te compraste este verano de rebajas. No te apresures. No todas las posturas queman ese nivel de calorías y, en una relación sexual, son los hombres los que suelen activarse más. Y no, no hace falta ser una estrellita de mar para que esto ocurra. Lo cierto es que existen varias posturas sexuales que pueden entrenar tu cuerpo y tonificar tus músculos para que acabes con la cantidad de gambas que te zampaste en Navidad. A 400 calorías cada 100 gramos, echa cuentas. ¿Quieres saber cuáles son?

La carretilla

¿Te acuerdas cuando hacías carreras con tus compañeros en esta postura? Pues yo tampoco. La carretilla consiste en que la mujer apoye sus manos en el suelo mientras que el hombre le sujeta las piernas y penetra. Obviamente da igual tu orientación sexual: la puedes hacer de todos modos. En esta postura se trabajan abdominales, brazos y glúteos. Eso sí, prepárate para las agujetas.

La araña

Los ejercicios que causan una mayor activación de los glúteos son aquellos que usan un patrón de movimiento anteroposterior u horizontal, conocidos como "hip thrust". En el sexo podemos entrenar con la postura de la araña. La pareja se pone boca arriba, enfrentados y con las piernas entrelazadas, intentando elevar la pelvis y balanceándose. Así se trabaja tríceps, glúteos y abdominales.

De pie, sin más

Esas películas románticas donde el tío empotra a su amante y empieza a mantener un lujurioso encuentro lleno de sudor y gemidos. Seguramente si lo intentas te resulte un poco difícil y acabes resbalándote con la ropa del suelo o clavándote el puñetero gotelé en la espalda. Bienvenido/a a la realidad. Lo cierto es que esta postura ejercita mucho la musculatura del tronco superior, especialmente brazos y abdomen.

El arado

Esta postura es ideal tanto para penetración vaginal como anal ya que deja al descubierto toda la zona. Además ofrece mucha intensidad y profundidad, por lo que podrás sentir cómo se estimula el punto K. Para conseguirlo, la mujer se pone boca arriba con las piernas elevadas y él la penetra apoyándose con las manos en la cama o el suelo. Con esto se hacen muchísimos abdominales, glúteos y brazos. ¡Placer y ejercicio de la mano!

Las clásicas: misionero power

Si eres 'old school', no te preocupes. El misionero es la postura ideal para que sea el hombre quien pierda esos kilitos y ejercite el body. Sin embargo, para ellas la mejor postura es encima y cabalgando como si no hubiese mañana, especialmente si en vez de apoyar las rodillas, lo haces con los pies, como si fueses una ranita. Fliparás.

A todo esto, de nada sirve el ejercicio sin una dieta equilibrada llena de frutas y verduras; especialmente piña y tomate, que mejoran el sabor de los fluidos y aumentan su cantidad. Este año en vez de ir al gimnasio, búscate un buen amante y empieza a quemar calorías (y a coleccionar orgasmos).