No se trata de ser alarmistas, pero un nuevo estudio sobre la píldora anticonceptiva femenina nos ha dejado un poco preocupados. Resulta que, a pesar de que ya conocíamos los efectos adversos sobre este tratamiento como los coágulos sanguíneos, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, aumento de peso y falta de libido, etc., ahora un reciente estudio de la Universidad de Colombia confirma que la depresión en adultos podría estar relacionada con la ingesta habitual de este fármaco durante la adolescencia.
Algunas mujeres ya habían vivido de primera mano el cambio en el estado de ánimo al tomar anticonceptivos orales, pero los expertos han sido categóricos con esto y tras su último experimento dan una advertencia: si tomas la píldora cuando eres adolescente, multiplicas por tres tu probabilidad de sufrir depresión al llegar a la edad adulta. Esto asusta.
Vamos, que por si no fuera suficiente que la carga de la planificación familiar recae por lo general en el cuerpo femenino (la píldora masculina sigue todavía un poco en cuarentena) eso es casi una garantía más de que en un futuro las chicas tengan más papeletas de recibir tratamiento por padecer depresión.
Y esto no es una profecía, sino que son los números los que han hablado tal como se recoge en la encuesta representativa que ha publicado el Journal of Child Psychology and Psychiatry sobre este estudio. Se ha analizado todo: primeras relaciones sexuales, menstruación y por supuesto el uso de anticonceptivos orales de 1.236 mujeres estadounidenses y de sus datos extraídos se ha llegado a una primera conclusión: podría haber una peligrosa relación entre los anticonceptivos orales y la depresión.
La autora del estudio, Christine Anderl, se ha mostrado tajante al respecto. Para ella la adolescencia es una etapa delicada en todos los sentidos, sobre todo en el hormonal. Durante esta edad el cerebro y el cuerpo se van desarrollando, y ella asegura en sus estudios que el hecho de manipular las hormonas sexuales a nuestro antojo "puede influir en en el comportamiento posterior de una manera irreversible".
¿Y esto qué quiere decir? Pues que el riesgo de tener una depresión futura es mayor y van aún más lejos al afirmar que hasta por tres se multiplica este riesgo con respecto a las que no utilizan este método de prevención. Esto se debe a que se alteran fases importantes en el desarrollo del cerebro y lo peor de todo es que su efecto es duradero. Se puede dejar de usar la píldora mucho tiempo, pero eso no quiere decir que el cerebro no tenga memoria. Su efecto puede aparecer con los años. Y aunque esto no sea un porcentaje absoluto, lo cierto es que sufrir el triple de papeletas de padecer depresión en la edad adulta no es un chiste y es para tenerlo en cuenta.
Por ahora este estudio no se atreve a determinar como verdad universal que la depresión adulta sea por causa exclusiva de los anticonceptivos orales. Tal vez eso sea mucho hablar, pero va a seguir tras las pistas de las emociones, cambios hormonales y problemas mentales de las adolescentes para ver hasta dónde se puede afinar el tiro y ver si de verdad hay algo detrás de lo que preocuparse.