Natalia Lacunza es una de las artistas más prometedoras de la cantera reciente de Operación Triunfo. Con un estilo que ya defendió a lo largo de su edición, en 2018, y que ha mantenido después de su victoriosa salida como tercera finalista, ha conseguido hacerse un espacio en la industria de la música, intercalando colaboraciones con artistas más conocidos para el público de OT, como Aitana, y grupos emergentes o menos reconocidos, como videoclub o Mori.
Su despegue como artista fuera del concurso coincidió con el confinamiento. Su primer EP ‘Otras alas’, llegó a las plataformas y tiendas de discos en verano de 2019, y el segundo, ‘ep 2’, en marzo de 2020. Fue, tal como le explicaba al periodista Alfonso Rodríguez en una entrevista para Yasss, “un poco agridulce”. “Justo el día que se decretó el estado de alarma estaba haciendo promo. Me falta el feedback de la gente, que me gustaría saber qué opinan y me lo digan cara a cara, pero estoy contenta con el resultado a nivel digital”, explicaba.
La cuarentena, añadió, también le ayudó a reubicarse y pensar bien en lo que quería hacer, tanto en lo artístico como en lo personal. Lacunza leyó y cocinó esos días, pero sobre todo tuvo tiempo de ver crecer a Figaro, su nuevo gatito adoptado. Este pequeño minino de máscara negra y hocico blanco tuvo el privilegio de ser el primero en escuchar sus nuevas canciones, tal y como destacaron con envidia algunos de sus fans en redes sociales. El pequeño animal, al que hemos visto crecer a través de las historias de Natalia Lacunza en Instagram, recibe toda la atención de la artista.
Pero Fígaro no solo recibe el amor de Natalia Lacunza, también el de sus fans. De hecho, hay quien lo ha convertido en el personaje de sus novelas. En Wattpad, la plataforma online de lectura y escritura amateur, abundan los fanfics (historias escritas por fans y protagonizadas por los artistas o personajes admirados) de ‘Albalia’, el nombre de pareja que recibió la supuesta y posteriormente desmentida relación entre Alba Reche y Natalia Lacunza durante su paso por la Academia de OT.
En la plataforma, tanto Fígaro como Queen, el gato de Alba Reche, son personajes recurrentes. En uno de ellos, la protagonista se tumba “en una posición adyacente a donde yacía Fígaro plácidamente sucumbido a los brazos de Morfeo”. En otro, leemos: “Avancé por la casa y me paré en seco al escuchar los maullidos de Fígaro detrás de mí”. Un tercero asegura que “Natalia estaba tan concentrada en acariciar a Fígaro con un solo dedo que no se dio cuenta de aquel intercambio silencioso (en este caso, entre la también participante de OT Sabela y Alba Reche)”. Sea cual sea el papel del minino en cada una de las historias, queda claro que los fans de Natalia Lacunza le dan al gato de la cantante tanta o más atención que ella.
Natalia Lacunza dijo adiós a la Academia de OT hace más de dos años, pero prefirió darse un tiempo para reflexionar y buscar qué tipo de música quería producir. A la salida del concurso, reconocía la cantante a Yasss, había pensado mucho en el tipo de artista que quería ser. “Todo el rato me descubro y voy haciendo lo que siento en el momento”, aseguraba. “Ahora estoy escuchando mucha música que antes no hacía y son muy interesantes. Este año ha sido enriquecedor porque he escuchado música que me ha nutrido un montón”.
Finalmente, Natalia Lacunza firmó por el sello Sonido Muchacho, una discográfica que también cuenta entre sus filas con bandas como Carolina Durante, Cariño o Cupido, entre otros. De hecho, su carrera ha llevado un ritmo tan calmado (especialmente si la comparamos con otros artistas lanzados por OT, como Aitana o Miki, que ya han lanzado varios discos) que muchos piensan que ha surgido de la escena ‘emergente’ patria, y no del formato productor de cantantes más famoso de la televisión.
“Yo quiero que la gente me conozca por lo que hago, y no por haber estado en un reality. Me encanta que alguien me conozca y no sea por haber estado en OT. Es lo mejor que me pueden decir”, reconocía en una entrevista con el diario ABC.