Siempre merece la pena tener un animal. Su cariño incondicional y su compañía no son comparables a nada. Pero hay que tener en cuenta desde el principio que los animales (dependiendo de cuál elijas como mascota, pero la gran mayoría) morirán en unos años. Desde los quince que pueden vivir los perros a los diez de un conejo, acoger a un animal en tu familia implica muchas cosas, pero dos de ellas son fundamentales: que acabas de adquirir una responsabilidad a largo plazo, ya que tendrás que cuidarlo todos los días durante muchos años, y que llegará un día en el que tu mascota muera.

Eso no quiere decir que tengas que estar pensando desde el primer momento juntos en que un día tu animalito ya no estará contigo, o que te obsesiones sobreprotegiéndolo para que no le pase nada. Eso quiere decir que tienes que tener en cuenta que los seres vivos nacen y mueren, y que igual de natural será verle crecer como verle morir, aunque esto sea muy difícil y siempre te pille por sorpresa, por muy preparado que estés para el momento.

Hemos hablado con Marina Pinilla, nuestra psicóloga de Yasss, y hemos preguntado si es normal estar tan triste por la muerte de un animal de compañía: "Por supuesto que sí. El vínculo que establecemos con una mascota es a veces tan o más fuerte que el que establecemos con un ser humano. Podemos sentirnos más unidos a nuestro perro o gato que a esos primos que solo vemos una vez al año".

Para mucha gente, la pérdida de su animal de compañía es la primera experiencia con la muerte que tienen. Para algunas personas esto se puede llegar a convertir en algo traumático, al no entender por qué ocurre o no saber canalizar el dolor y superar el duelo. Por este motivo te queremos dar estos consejos para que entiendas lo que vas a sentir y no lo pases demasiado mal.

1. Si quieres llorar, llora. Si quieres gritar, grita.

Tus emociones de dolor están completamente legitimadas. No trates de esconderlas porque creas que "es solo un animal" y no deberías mostrar dolor del mismo modo que lo harías como si se hubiera muerto tu tío. Cualquier sentimiento que tengas es válido y tienes todo el derecho a expresarlo.

2. No te sientas culpable

Muchos animales mueren tras ser sacrificados, lo que genera un sentimiento de culpabilidad en sus dueños, que tuvieron que tomar la terrible decisión. Ten muy claro que hiciste lo mejor para él y que le diste una muerte digna. Que tu mascota haya muerto no ha sido culpa tuya.

3. No te aísles y habla con tus seres queridos

Tu entorno lo está pasando igual de mal que tú, si compartíais mascota. Hablando y pasando tiempo juntos os ayudaréis los unos a los otros, ya que ellos comprenden mejor que nadie por lo que estás pasando. Habla con tu familia sobre los recuerdos que tienes, sobre los sentimientos que aparecen. Si no era una mascota familiar, sino que era solo tuya, seguro que puedes hablar con otros familiares o amigos que también tienen mascota.

4. No tienes que olvidarlo, solo tienes que aceptarlo

Hacer como si nada y seguir con tu vida intentando no hacer caso al dolor que estás sintiendo no te ayudará. Es necesario pasar el duelo. El Departamento de Ciencias Animales de la Universidad de Hawai concluyó en un estudio que el 30% de los dueños sienten dolor al menos durante los seis primeros meses. El duelo consiste en superar una pérdida, y el primer paso para superarla sanamente es aceptar que esa mascota ya no está, que no volverá, y que tu vida continua sabiendo que fuisteis muy felices juntos.

5. Intenta llevar una vida normal

A lo mejor al principio te apetece quedarte un día en la cama o cancelar una cena con tus amigos. Es normal, pero intenta ir recuperando tu ritmo de vida normal y no estancarte en el dolor.

6. Échalo de menos con una sonrisa

En vez de recrearte en la idea de que ya no está, piensa que estuvo, y que cuando estaba contigo los dos érais muy felices. Tu animal te hizo feliz a ti pero tú también le diste una vida muy plena a él. Cuando pases por un sitio que te recuerde a él o encuentres uno de sus juguetes, piensa en positivo: fue una suerte haberlo tenido.

7. Pide ayuda si la necesitas

Si sientes que no avanzas en la superación de tu dolor y que se te pone muy cuesta arriba recuperar la normalidad de tu día a día, no descartes acudir a un psicólogo. El duelo es un proceso por el que todos pasamos alguna vez en nuestras vidas, incluso una ruptura amorosa puede sentirse como un duelo, y un especialista está preparado para darte herramientas y acompañarte en un momento como este.

8. No tienes que sustituir a tu mascota

Algunas personas creen que teniendo otro animal podrán pasar mejor el dolor de la pérdida del que acaba de morir. Si decides acoger a otro, tienes que tener muy claro que será un ser diferente y no se comportará igual que el animal que murió. Los seres vivos no son sustituibles, ni el amor de uno nuevo reparará el dolor del que se fue, si no has terminado de pasar el duelo.

9. Pero puedes tener otro animal, si quieres

Si de verdad quieres tener otra mascota, entonces hazlo. Eso sí, debes tener claro que tu nuevo compañero no va a llenar el vacío que ha dejado el anterior. Será un amor enorme, pero distinto. Si te sientes preparado y después de reflexionarlo estás dispuesto a asumir esa responsabilidad nuevamente, ¡adelante!