Con la llegada de la tan ansiada nueva normalidad, da la sensación de que muchos se han olvidado lo que ha sucedido durante estos tres meses. Pese a que el uso de mascarillas es obligatorio, son numerosos los lugares públicos y privados en los que no se respetan las distancias de seguridad. Por si esto fuese poco, todos llevamos en nuestros bolsillos una posible "pequeña bomba" de microorganismos: nuestro móvil.

Sales de tu casa, entras en el ascensor, pulsas un botón, abres la puerta de casa, sacas tu móvil y miras las notificaciones. Primer contacto. Entras en el supermercado y mientras caminas por el pasillo de los productos de limpieza, sacas de nuevo el teléfono para revisar la lista de la compra. Segundo contacto. Vuelves a casa, dejas la compra y sales a la calle nuevamente para ir a la terraza del bar, donde tus amigos te esperan. Entre cañas y tapas, les enseñas el último mensaje de tu crush. “Mirad lo que me ha dicho y flipad”, dices mientras todos toquetean la pantalla de tu móvil. Tercer contacto.

No eres el único que sobetea la pantalla del teléfono. Un montón de amigos y familiares cuyas manos han estado en lugares que desconoces ahora han dejado sus huellas dactilares y microbiológicas en tu smartphone de última generación. Lejos de caer en alarmismos, no es cuestión de que vayan a contagiarte el coronavirus (eso podría suceder con una simple conversación a medio metro de distancia), sino otro tipo de patógenos que ahora mismo pasan desapercibidos.

Con la intención de conocer los seres diminutos que habitan en nuestro teléfono, sobre todo a raíz de la pandemia mundial, un grupo de expertos en microbiología e inmunología han realizado un metaanálisis sobre la transmisión microbiana en los móviles. Si has parado de leer en «metaanálisis», es algo tan "sencillo" como revisar muchos textos e investigaciones sobre un tema común, en este caso los microbios en los smartphones, buscando coincidencias, diferencias, errores estadísticos… Y en este caso, se han analizado la friolera de 56 estudios de 24 países diferentes.

Las conclusiones de este metaanálisis han sido publicadas en la revista “Travel Medicine and Infectious Disease” en abril de 2020 y no son muy halagüeñas para los hipocondriacos de la sala.

De media, un 68% de los teléfonos móviles están contaminados por microorganismos, sobre todo escherichia coli, una bacteria que habita felizmente en los intestinos de personas y animales sanos. Sin embargo, también se encontraron otras especies como el estafilococo áureo, el estafilococo coagulasa-negativa, bacterias de la familia de las acinetobacter, bacillus subtilis, y un largo etcétera.

Además de bacterias, los móviles son el caballo de Troya perfecto para que hongos o virus invadan nuestro cuerpo. Por ejemplo, en el caso del coronavirus, se ha encontrado que puede permanecer en superficies durante entre horas, días o semanas. Por lo tanto, una persona que padece la enfermedad probablemente habrá contaminado su teléfono móvil.

Teniendo en cuenta los 56 estudios analizados en la investigación, si bien nunca se ha estudiado específicamente la presencia en los móviles del SARS-CoV-2, responsable de la pandemia mundial por coronavirus, es altamente probable que sí habite en las pantallas, contribuyendo a la propagación de la infección.

"Desde nuestra opinión e hipótesis, consideramos que los teléfonos móviles están contribuyendo a la propagación del SARS-CoV-2 en diferentes entornos profesionales, incluyendo hospitales. Por lo tanto, pueden desempeñar un papel importante en la propagación del virus dentro de la comunidad", relatan en el metaanálisis.

Además, señalan la importancia de la recontaminación por culpa del teléfono móvil pese a lavarnos correctamente las manos. "El brote de SARS-CoV-2 de 2019 responsable de la pandemia de COVID-19 ha presentado una velocidad de propagación sin precedentes. Si bien el virus, que está envuelto en ARN monocatenario sencillo puede destruirse lavándonos las manos con desinfectantes, los teléfonos móviles una vez tocados pueden volver a contaminar a la persona. Por lo tanto, suponen un riesgo biológico de propagación de la infección a nivel mundial".

Teniendo en cuenta que de media utilizamos el móvil durante tres horas al día, es fundamental aprender a desinfectarlo, sobre todo aquellas personas que trabajan cara al público en hospitales, farmacias, supermercados, tiendas de ropa, bares…

En primer lugar, hay que diferenciar "limpiar" y "desinfectar". Cuando limpias un objeto, simplemente eliminas la suciedad visible. En cambio, cuando lo desinfectas también estás erradicando cualquier microorganismo presente.

Una vez clarificada esta distinción, veamos los 5 pasos clave para limpiar y desinfectar un teléfono móvil según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios):