Leche de cucaracha contra el hambre en el mundo: así es el superalimento del futuro

De superalimentos está el futuro lleno. Cada día que pasa, los titulares nos proponen una nueva legumbre, fruta o producto lácteo desconocido hasta el momento, pero rico en nutrientes y proteínas, comodísimo para salvarnos la vida. Uno de los últimos casos, y quizás el más asqueroso que haya leído en tiempo, es la leche de cucaracha.

En muchos países, los insectos (cucarachas incluidas, puaj) son un alimento más, e incluso se pueden tratar como productos de lujo. Ahora bien, se come el animal, pero nunca su leche. De hecho, ¿acaso los insectos pueden segregarla? Pues, aparentemente y aunque con matices, en el caso de las cucarachas una raza sí puede hacerlo. Se trata de la variedad Diploptera punctata, según explican en la página web de este superalimento, y es “todo un arsenal proteico cuatro veces superior al que se encuentra en cualquier producto lácteo”. Ahí es nada.

Ahora bien, según los autores del sitio online, este alimento todavía debe enfrentarse a una serie de desafíos, tanto culturales (alguien tiene que “conseguir introducirlo como un alimento deseable a nivel planetario”, y no como lo que es: leche de cucaracha) y científicos (“ordeñar a una cucaracha no es una opción”, explican, por lo que “habría que sintetizar la proteína en el laboratorio”). ¿Te parece poco? Pues la cosa escala fácilmente. En Yasss te contamos todo lo que se sabe hasta ahora de este superalimento.

¿Qué es la leche de cucaracha?

Vayamos por partes: la leche de cucaracha no sale de la teta de uno de estos insectos, sino que es un “conjunto de proteínas, grasas, azúcares y diversos tipos de aminoácidos” que “posee todos los considerados esenciales”, según explican desde el sitio leche de cucaracha. Vaya, que no hay que ordeñarla. El líquido, añaden, pasa a formar parte del organismo de las crías, que lo ingieren y mantienen en sus intestinos. Es de ahí de donde se extraería el alimento, con cristales que permitiesen sintetizarlo.

El descubrimiento viene de la India, en concreto del Instituto de biología de células madre y medicina regenerativa de Bangalore, en 2016. Hasta una decena de profesionales de distintas universidades participaron en el estudio, aunque hasta hace unos meses no se han puesto a trabajar sobre el terreno. Y, aunque todavía tendrían que pasar muchos test hasta conseguir un producto apto y legal para el consumo humano, lo cierto es que los insectos son cada vez más habituales en los supermercados españoles, por ejemplo. Solo hay que recordar que, hace apenas un año, una famosa cadena de supermercados agotó el stock de estos productos ‘gourmet’ en cuestión de días.

No solo eso: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha insistido en varias ocasiones en lo interesante que sería introducir los insectos en nuestra dieta, ya que no cuesta satisfacer la demanda y están muy presentes en todos los espacios habitados por humanos. En China, por ejemplo, se crían cucarachas en granjas, donde son supervisadas y alimentadas para después ser llevadas a fábricas donde se las cocina para su consumo posterior. De este bicho se aprovecha todo, y se dice que su ingesta o aplicación en forma de tónico tiene propiedades curativas.

¿Hay que masticar la cucaracha?

El tema con los superalimentos es que deben ayudar a paliar el hambre y mantener la salud de quien los consume, pero tampoco deberían ser finitos o costosos de producir. Según la web Leche de cucaracha, las características que la comunidad científica busca en un superalimento son la abundancia, la facilidad de acceso, la capacidad para adaptarse a los distintos entornos, sus cualidades nutritivas, su bajo coste y que el impacto en el medio ambiente sea reducido.

Según indica el estudio de la universidad de la India, para producir apenas un mililitro de leche se necesitan veinte cucarachas. Es decir, para conseguir 100 gramos de este producto, harían falta 1000 insectos, una cifra que puede complicar ostensiblemente el avance de este superalimento y la llegada a nuestros supermercados.

Los científicos buscan otra forma de obtener o producir el producto en cantidades mayores, como levadura o pastillas, aunque por ahora no hay noticias nuevas. En cualquier caso, si finalmente la leche de cucaracha aparece en nuestros hogares, no dudes que acabarás por enterarte más pronto que tarde.