Hacer caca con regularidad es superimportante. Tanto, que hasta una famosa marca de yogures basaba sus campañas de publicidad en lo bien que irías al baño si te comprabas sus productos. Carmen Machi, José Coronado, Shakira... todos ellos dieron la cara para concienciarte de que tener controlado tu intestino es fundamental para tu salud.
Un estudio de la revista escandinava Gastroenterología concluyó que el 98% de los participantes iba al baño entre tres veces por semana y tres veces al día. Sí, el margen es enorme, pero es que al final lo que importa es la regularidad. Pasa un poco como con la menstruación. Aunque el ciclo menstrual estándar es de 28 días, hay mujeres que lo tienen de veinticinco, de treinta o de treinta y cuatro días.
En el mundo de la caca, se considera "lo normal" ir al baño una vez al día. Pero si tú te observas un poquito y descubres que tu cuerpo, cuando no estás enfermo y estás comiendo con normalidad, necesita expulsar cositas dos veces al día, pues entonces eso, para ti, es lo normal. Es importante que prestes atención a tu regularidad, porque sus alteraciones SIEMPRE significan cosas. El número de veces vamos al baño es el mejor indicador para saber si estamos desarrollando una enfermedad intestinal.
Cada persona es un mundo y no todos podemos regirnos por las mismas normas. Aquí manda nuestro cuerpo. No obstante, sí que hay ciertos factores que influyen en nuestra regularidad.
Bebe mucha agua
Parecemos tu madre, que siempre que te pones malo lo soluciona todo con "¡y bebe líquidos!" pero es que tiene razón. Beber agua y estar hidratados es muy importante para hacer caca, ya que el intestino grueso absorbe mucho líquido y si no has bebido lo suficiente puedes sufrir estreñimiento.
Muévete
Si has tenido perro sabrás que en cuanto lo sacas de paseo y se echa un par de carreras... se tiene que parar a hacer caca. Pues a los que no somos perros nos pasa un poco lo mismo. Activarnos físicamente activa también nuestro intestino (por eso la mayoría de la gente hace caca por la mañana, nada más levantarse). Si eres propenso al estreñimiento, date un paseo todos los días.
Come bien
Esto es un poco de cajón. Ya lo decían las abuelas: "según come el mulo, así caga el culo". Tu alimentación tiene muchísimo que ver con tus cacas, más que nada porque lo que cagas es, básicamente, los restos de lo que comes. Pero, además, puedes comer cosas que ayuden a tu intestino, como el famoso yogur o, mejor todavía: la fibra. Come mucha fibra. La fibra está presente en la fruta, en los cereales integrales, en las legumbres, verduras de color verde...
La revolución hormonal
Las hormonas pueden alterar tu regularidad intestinal. Por este motivo muchas mujeres tienen alteraciones cuando tienen la regla, o empiezan a sufrir estreñimiento cuando entran en la menopausia. Contra esto no se puede luchar, pero es interesante saber que va a ocurrir para no preocuparte cuando te ocurra.
¿Cómo sé que mi caca no va tan bien como debería?
Cuando descubras qué es para ti ser regular, sabrás qué es para ti ser irregular. Si vas al baño con más o con menos frecuencia de lo que te corresponde, tómatelo como una llamada de atención. Además, si a la hora de hacer caca sientes dolor o incomodidad, pues apaga y vámonos. Si tienes estreñimiento o diarrea puntual, trata de regularlo en base a los consejos aquí dados (si estás estreñido muévete, bebe mucha agua, come fibra; si tienes diarrea no te muevas, bebe mucha agua y no comas fibra) y si la cosa persiste en el tiempo, acude al médico. Ya sabes que la caca es un gran indicador de cómo está tu cuerpo por dentro, y si la cosa no está bien de todo, tendrás que ir a que te vea un profesional de la salud.