Es uno de los grandes retos a los que nos toca enfrentarnos, y siempre viene acompañado de nervios y tensión porque no sabemos qué tal nos va a salir la jugada, pero cuando alguien nos gusta, iniciar una conversación y estrechar el contacto es algo que hay que intentar hacer.
Si prefieres vivir de amores platónicos e inalcanzables, tu decisión es más que respetable, pero vamos a dejar algunos consejos para romper el hielo aptos para todos los públicos y situaciones.
Como en todas las estrategias de conquista, siempre se recomienda tirar de mucha naturalidad, no fingir ser lo que no somos, ser agradables… blablablá. Pero no nos engañemos, para un reto como este, el ingenio y la originalidad juegan un papel fundamental, porque dejar que las cosas fluyan y surjan suena súper bonito, pero sobre el papel lo que nos interesa es crear impacto en la otra persona, por supuesto, un impacto positivo. Vamos, que hay que tener puntería y dar en el blanco.
Si es cierto que la pandemia y sus limitaciones no están complicando esta tarea, porque ya no hay discotecas, bares, quedadas multitudinarias, cumpleaños, fiestas de desfase, verbenas, festivales, conciertos y todos esos eventos sociales que tanto echamos de menos y nos facilitaban tanto las cosas del acercamiento.
Sin embargo, seguimos teniendo las clases, los descansos y, sobre todo, las redes sociales, que son el nuevo espacio común en el que podemos entablar una conversación que puede terminar en algo mucho más productivo. Esto también tiene sus pros y sus contras, por eso vamos a ponernos en muchas de las situaciones en las que podemos comenzar una conversación con nuestro crush, pero para eso hay que dar el primer paso y… ¡Romper el hielo!
Las primeras impresiones son muy importantes cuando se trata de querer causar una buena sensación, conocer a alguien, conseguir un trabajo o dejar un buen recuerdo en otra persona que puede significar mucho para ti. Por eso, aunque casi todo en esta vida se puede rectificar, siempre es mejor ganar puntos en ese primer paso, sobre todo si lo que queremos acercarnos al crush.
Lo primero, y más importante es que respondas a la siguiente pregunta: ¿Te conoce de algo tu crush? Si la respuesta es que sí, lo vas a tener mucho más fácil para encontrar una excusa con la que acercarte. Si es que no, te toca trabajar aún más el ingenio, porque lo tuyo será de primer impacto, aunque también tienes algo de tu parte: puedes empezar de cero, para bien y para mal, así que constrúyete un buen comienzo para vuestra historia.
Si estás planificando un acercamiento por redes sociales (porque no, lo de darle like a todas sus publicaciones no son señales suficientes) te va a tocar pasar a los comentarios y DM.
Sospechamos que si es tu crush te sabrás de memoria sus redes sociales, sus gustos, sus fotos, sus amigos/as, sus grupos favoritos, lo que come, dónde va de vacaciones… Eso está bien, el shippeo es un deporte nacional, pero intenta que no se note demasiado, que parezca que pasabas por allí, o que te ha interesado alguna de estas cosas porque las has visto en sus redes, pero no te vengas arriba dando detalles sobre todo lo que sabes sobre él o ella porque te podrías ganar una orden de alejamiento, o el quedar como una persona un poco obsesionada con su persona. ¡Y eso da mucho miedito! Y te apartará antes de conseguir acercarte.
Después de dejar muy clara esta norma número uno, ya podemos darte algunas ideas para que, si no surge nada de forma natural, des ese primer paso arrancando la conversación con temas que suelen funcionar.
Puedes pedirle opinión o consejo sobre algo. Seguro que se siente importante al saber que lo que piense te interesa, que puede ser útil para ayudarte a decidir algo o a entender mejor cualquier duda que tengas.
Imagina que quieres elegir un restaurante para alguna ocasión y tu crush suele postear los lugares a los que va a cenar. Pedirle consejo, que te diga cuál es su favorito, o si tienes un viaje en mente a alguna ciudad que haya visitado también puedes aprovechar para que te recomiende lo que no te puedes perder. Es una buena forma de entablar conversación y así, además, a la vuelta puedes volver a escribirle para darle las gracias por su consejo y tener una excusa estupenda para hablar de lo que has visto, cómo te lo has pasado y qué te ha parecido.
Otra buena baza es hablar de la situación actual. Antes, en la era precovid, cuando no sabíamos de qué hablar comentábamos el tiempo que hacía. Ahora el tema estrella es la pandemia. Pregúntale qué tal se encuentra, cómo lo está llevando, qué es lo que más echa de menos, dónde estaría ahora mismo si pudiese elegir (viajes, conciertos, celebraciones) o dile que te encanta esa mascarilla tan original. Esto también puede abrir la puerta a una conversación sobre sentimientos y empatía, porque todos estamos muy receptivos con el tema y nos afecta directamente.
Hablar de música, series, películas o libros también une. Busca gustos comunes y comenta con tu crush lo que te ha parecido tu última experiencia cultural. Esto puede dar pie a una futura quedada. Imagina que viene su grupo favorito a la ciudad y se acuerda de que a ti también te gusta, y te invita a acompañarle al concierto, o simplemente te avisa del evento. Un sueño hecho realidad.
La originalidad y la creatividad siempre funcionan muy bien. Prueba con alguna broma, algún troleo gracioso, que siempre suma puntos. Crear un impacto positivo siempre es recomendable. Eso sí, huye de los ‘comentarios de cuñado’, de las cursilerías y de los temas polémicos o controvertidos. Hemos venido a divertirnos, no a faltarnos el respeto o hacernos sentir mal. La línea entre ser gracioso/a o desagradable a veces es más fina de lo que pensamos.
Despertar recuerdos también es un tema recurrente muy útil. Si os conocéis desde hace tiempo, puedes poner a trabajar la máquina del tiempo para rememorar algo que hicisteis juntos una vez, una fiesta en la que habéis coincidido, una anécdota inolvidable. Pregúntale qué quería ser de mayor, qué era lo que más recuerda de su infancia… Eso también ayuda mucho a conocerse.
Pero, sobre todo, como ya hemos comentado al principio, no te hagas pasar por algo que no eres porque si la cosa cuaja se descubrirá el pastel. Piensa bien tu estrategia, ármate de valor y… ¡a por todas! Nunca se sabe de qué conversación puede surgir esa chispa que encienda la llama. Entonces, en lugar de romper el hielo, podrás incluso derretirlo.