En el momento de escribir esto, la cuenta de Twitter de Ibai Llanos acumula más de dos millones y medio de seguidores. En su foto de perfil aparece con un perrete con gorro de pico y collar de flores, rodeado de corazones, y en su biografía no dice que es 'caster' de esports y gamer (en su página de Wikipedia le definen como “celebridad de internet, youtuber y locutor de deportes electrónicos en español), sino que “no saludó a Leo Messi porque se acababa de despertar de la siesta”. Su último tweet, publicado hace poco más de 12 horas, incluye un clip editado de su última partida de ‘Among Us’, en la que muestra “por qué Neymar es mejor jugador de Among Us que futbolista”.
Tan faltón como querido, el bilbaino (1995) es una celebridad dentro y fuera de las redes sociales, lo que no deja de ser curioso, dado que el negocio de los deportes electrónicos sigue interesando a un segmento minoritario (si bien cada vez mayor) de la población. Durante años ha sido la voz más conocida de los juegos electrónicos en nuestro país, y el pasado febrero anunció su fichaje por G2, la compañía fundada por Ocelote, con quienes genera contenido en exclusiva.
Hace menos de una década que el término ‘caster’, referido a quien emite y comenta partidos de videojuegos competitivos, se ha empezado a difundir y a entender como una profesión. Gran parte de la culpa la tiene el joven vasco, que dio el salto a la fama en 2014 en este sector. En Yasss hacemos un repaso a su trayectoria.
A Ibai siempre le gustaron los videojuegos. Según él mismo reconoce, de niño se pasaba horas y horas retransmitiendo a solas sus partidas, pese a que la única referencia que podía tener eran las emisiones deportivas, como las de Andrés Montes, Lalo Alzueta o Manolo Lama, con quien hace unos meses retransmitió unas partidas de FIFA. Pero no adelantemos acontecimientos: en el momento al que nos referimos, Ibai es tan solo un niño nacido en los noventa, que juega a Pokémon y disfruta con los videojuegos. Nada de capitanear a una generación que ve en los esports un mundo en el que es posible trabajar.
Alrededor de 2012, según explica en una entrevista con Xataka, dio el salto al público, comentando partidas de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP). Al principio, las audiencias eran pequeñas, y las empresas casi no se planteaban la posibilidad de patrocinar eventos y equipos relacionados con los deportes electrónicos. Sin embargo, la perspectiva mejoró con los años, y en 2014 Ibai comenzó a castear partidas de League of Legends (LoL). Gracias a su voz grave y a un carisma que ha ido construyendo a lo largo de los años, no tardó en ser reconocido por la calle.
“Yo siempre había sido muy tímido, me daba muchísimo respeto el mundo de Internet. Cuando entré en la LVP no quería tener redes sociales, ni sacarme fotos, y me daba vergüenza salir en cámara”, aseguraba en la misma entrevista. Hoy suena difícil de creer.
En 2014, la LVP empezó a profesionalizarse. Los patrocinios aumentaron, y cada vez se generaban más empresas en este sector. Sin embargo, Ibai seguía sin ver este trabajo como algo profesional. Para él, se trataba de un hobby que apenas le hacía ganar dinero y que, para colmo, hacía que no le dedicase tanto tiempo a sus estudios. Podemos decir que sus padres no estaban muy contentos.
En cualquier caso, en poco tiempo el potencial de los esports se hizo más que evidente, e Ibai no quiso bajarse del carro. Esos años, aprovechando el tirón de sus redes sociales, comenzó a grabar vídeos de humor, en los que se reía sobre todo de sí mismo. Ese tono tan cercano y divertido hizo que muchas personas, no necesariamente vinculadas al mundo de los videojuegos, le conociesen y empezasen a seguir en redes sociales. Vídeos como los mensajes motivadores para la Selectividad, en el que reaccionaba a un directo en el que le habían dicho que estaba gordo, hicieron que el contador de sus followers se disparase: pasó de apenas un millar en 2015 a un millón cuatro años después.
Desde 2017, se convirtió en una cara reconocible, y aunque le costó adaptarse a la fama y las casi inhumanas horas de trabajo (ha reconocido sentir estrés y ansiedad en más de una ocasión), su éxito no ha hecho más que crecer. Además de ser el caster más conocido del país, narró los partidos del modo Volta del FIFA 20, y hace unos meses se convirtió en el fichaje estrella de G2, renunciando a su empleo en la LVP. Poco después estallaba la pandemia, pero Ibai también aprovechó el tirón de la cuarentena e impulso un evento benéfico en colaboración con LaLiga y el Banco Santander, en el que recaudaron más de 180.000 euros retransmitiendo partidas de FIFA con jugadores profesionales de futbol.
Desde hace unos meses, publica sus partidas en Twitch, en las que comparte espacio con jugadores tan diversos como David Broncano o Courtois. Además, hace unas semanas dejó la puerta abierta a retransmitir las campanadas de este Año Nuevo pandémico por Twitch, aunque todavía no lo ha confirmado. El tiempo lo dirá.