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Un hombre lleva dos años eyaculando por el ano: los médicos nunca habían visto algo así

A menudo nos creemos que la ciencia ya lo tiene todo bajo control y que hay cierto tipo de enfermedades o síntomas que solo podrían ser reales en las películas. Pero en 2020 todos hemos aprendido la lección: todavía nos podemos llevar sorpresas y no estamos preparados para TODO. Uno de los últimos casos más sorprendentes estudiados por la Medicina ha sido el de un hombre anónimo de 33 años que acudió al médico por un dolor en los testículos. Tras varias pruebas comprobaron que llevaba dos años expulsando gases en la orina, orinando materia fecal, y expulsando semen y orina por vía rectal.

Esto que él ha experimentado es tan novedoso que ni siquiera tiene un nombre científico. Mientras que la expulsión de gases (sí, sí, pedos) en la orina se conoce como pneumaturia, y la presencia de heces en la orina se llama fecaluria, algo no tan raro como nos podríamos imaginar, para la expulsión de semen por vía rectal no había, aún, un nombre médico.

El semen es un líquido viscoso que expulsan todos los mamíferos machos o con testículos, compuesto de espermatozoides y otras sustancias. Este líquido se expulsa por el pene durante la eyaculación. En una eyaculación se pueden expulsar unos 40-50 millones de espermatozoides. En este vídeo resolvemos algunas de las dudas más frecuentes sobre el semen.

¿Qué pasó con el hombre que expulsaba semen por el ano?

Su caso ha sido conocido de forma pública tras ser publicado en la revista médica Cureus. El artículo, que lleva por título 'A Curious Case of Rectal Ejaculation' (Un curioso caso de eyaculación rectal), describen el caso de un hombre de 33 años, cuya identidad se mantiene en secreto, que, a causa de una fístula prostática-rectal, terminó eyaculando por vía anal.

Según se especifica en el artículo, este hombre abusaba del consumo de drogas ilegales y presentó dolor intenso en los testículos durante cinco días seguidos. Además, contó que expulsaba semen por vía anal desde hacía dos años. Las primeras pruebas revelaron una infección del tracto urinario, y más tarde descubrieron gracias a una tomografía computarizada una fístula entre la uretra y el recto, por la que se intercambiaban líquidos y sólidos.

Tras una gran investigación, se concluyó que todo estaba relacionado con algo que le había sucedido dos años antes, cuando estuvo ingresado en coma por una intoxicación por cocaína y fenciclidina. En aquella hospitalización se le colocó un catéter de Foley, un tubo que se coloca para drenar la orina de pacientes que no pueden hacer pis solos.