"Escapa de juegos, encuentra algo real". Así recibe a sus usuarios Hinge, que aunque parece una herramienta sacada de un capítulo de Black Mirror, es real como la vida misma. El funcionamiento de esta app no se parece a otras como Tinder, aquí no hay que deslizar a los lados para darle a 'me gusta' o 'no me gusta' a la hora de hacer nuevos contactos, los usuarios tienen que pulsar en la parte inferior de la pantalla si no les interesa alguien o hacer scroll y ver su perfil si ven que puede "haber temita". Hinge (que significa bisagra en inglés), se parece más a una especie de Instagram de citas y, aunque tiene un nombre horroroso, cuenta con valoraciones buenísimas en las tiendas de apps por parte de sus usuarios: un 4,4/5 en la App Store y un 4/5 en Google Play. ¿Estaremos hablando de la app definitiva para encontrar el amor?
¿En qué cambia entonces de otras apps del estilo? ¿Dónde está el secreto? Nada más entrar a la aplicación, su interfaz muestra de cada persona una serie de impresiones de otros usuarios interesados. Curiosamente, hace poco han introducido además una nueva característica llamada “Tu turno” que permite a los usuarios decidir quién es el primero en hablar y luego les recuerda cuándo es su turno para responder, evitando así que la gente "pase" por pereza o porque están saturaditos de la vida. En las primeras pruebas hechas por las compañía el año pasado el equipo afirma que redujo el ghosting en un 25%.
Su CEO, Justin McLeod, está vendiendo su producto como la "app de las relaciones" (en lugar de conexiones, ojo al matiz), ya que para él no existía ninguna app moderna que cubriese la necesidad de gente que buscase “relaciones reales”. Para él las apps actuales parecen un casino en el que la gente solo entra para jugar. Eso sí, en un momento en el que la competencia es feroz y gratuita, aquí hay que pagar y suscribirse (los precios varían de los 5 a los 13 dólares según la permanencia).
Claro que no todo fue así de bonito desde el principio en Hinge. Cuando se lanzó en 2013, su creador pretendía que fuese el “Match de su generación”, la app permitía a los usuarios desplazarse a través de amigos de amigos de Facebook para posibles “matchs” (vamos, lo que ha funcionado toda la vida: presentar a amigos). No obstante, aunque la idea no era mala, no les funcionó muy bien y acabó siendo más de lo mismo. Al darse cuenta de ello y, después de leer un artículo bastante contundente sobre este tipo de apps que fomentan esta "cultura" del dating moderno, decidieron hacer algo un poco más drástico: empezar de cero. Así que comenzaron a recopilar datos de encuestas que enviaron a más de 500.000 usuarios que tenían y los publicaron en la web ‘The Dating Apocalypse’ (un guiño al artículo que les hizo replantearse el sentido de su app).
"Estamos seleccionando una comunidad de personas que quieren más que juegos sin sentido", dicen desde la aplicación en una nota de prensa. "Los miembros interactúan con una foto, vídeo o respuesta específica a una pregunta, lo que lleva a conversaciones más naturales y humanas. En comparación con la versión anterior, ahora los miembros tienen 5 veces más conversaciones y 5 veces más frecuentes”. Al parecer, Hinge desde que le dio una vuelta a su app en 2015, crece un 15% cada mes (gracias al boca a boca), la mayoría de sus usuarios tienen estudios universitarios y el 90% de ellos tiene edades de entre 23 y 36 años.
Lamentablemente, hemos querido probarla para ver si somos capaces de encontrar alguna cita decente (que ya está bien) pero Hinge solo está disponible en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá. Australia y La India. Para ver si funciona o no en España, habrá que esperar.