¿Qué hidratos debo dejar de comer si quiero perder peso? Ninguno, porque no engordan

Antes de nada, ¿qué son los hidratos?

Lo primero que tienes que saber sobre este macronutriente es que, dependiendo del tipo de hidrato que tomemos, el efecto en nuestro organismo será diferente. Existen los de asimilación rápida y de asimilación lenta. Los hidratos de asimilación lenta tienen un índice glucémico bajo y suele ser más rico en fibra, por lo tanto son necesarios en cualquier dieta, sea de pérdida de peso o no. Son verduras, frutas, cereales integrales, legumbres, miel, yogur… Los de asimilación rápida tienen un índice glucémico alto y son aptos cuando hagas ejercicio de alta intensidad, por ejemplo, ya que si el cuerpo no lo gasta en ese momento lo almacenará en forma de grasa. Son el pan blanco, el arroz, patata, cereales refinados, dulces…

Entonces, ¿puedo comer pasta cuando quiero adelgazar?

Evidentemente sí. Lo primero que tienes que saber es qué pasta elegir. Si no haces mucho ejercicio, sin duda, tienes que pasarte a la pasta integral y cuidar las cantidades que tomas (60 gramos por ración). Esta tiene vitaminas el grupo B, selenio, zinc, cobre, magnesio, fósforo, hierro, grasas poliinsaturadas y una gran cantidad de fibra. La fibra hace que la pasta integral se digiera de manera más lenta manteniendo el nivel de glucosa constante en la sangre y, como consecuencia, sea mucho más saciante. Además, la pasta ayuda al funcionamiento cerebral y neuromuscular gracias a su contenido en vitaminas del grupo B. Estas generan serotonina, la hormona de la felicidad, que nos relaja y nos da sensación de placer y satisfacción. Algo fundamental para que tengas la actitud y ánimo correcto en un plan de pérdida de peso.

¿Qué otros alimentos son aconsejables? El top five de los hidratos de carbono para perder peso:

Avena: La avena puede considerarse la reina de los cereales, además de vitaminas y minerales tiene un gran contenido en proteínas. Tiene un gran efecto saciante, ayuda a sentirte “lleno más tiempo” y, por lo tanto, a comer menos. Por ejemplo, desayunando avena evitarás los picoteos extra de media mañana. Además, la avena tiene una gran cantidad de fibra, por lo tanto aumenta tu tránsito intestinal, actuando como regulador metabólico y reduciendo esos kilos de más. A su vez, es un diurético natural y ayuda a mantener el colesterol a raya.

Quinoa: La quinoa es un pseudocereal con un alto contenido proteínico. Por lo tanto contiene los aminoácidos esenciales necesarios para construir el músculo magro y acelerar la tasa metabólica. También tiene un gran componente de fibra dietética y actúa como depurador del cuerpo. Tiene la propiedad de absorber agua y permanecer más tiempo en el estómago produciendo una gran sensación de saciedad. Es bastante calórica por lo que hay que tomarla en pequeñas cantidades.

Cebada: Al igual que la quinoa o la avena es un cereal calórico pero a su vez, un gran aliado en la pérdida de peso. Es rico en fibra y permite depurar tu organismo. Podemos tomarla en sopas, a modo “arroz integral” o en bebida.

Garbanzos: Su gran contenido en proteínas los convierten en un alimento ideal para cualquier dieta. Destaca también por su composición en ácidos grasos insaturados que ayudan a reducir el colesterol malo. El uso de estas legumbres en tu menú semanal puede ayudarte a no comer en exceso y a mantener un peso saludable. Cocínalas siempre con verduras y sin aporte graso, de este modo reducirás también el consumo de proteínas animales, de las cuales abusamos.

Frutas y verduras: Las frutas y las verduras son a menudo pasadas por alto en la categoría de carbohidratos, pero lo son. Son hidratos ricos en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Por ejemplo, el plátano es una fruta con muy mala fama (y nada justa) en las dietas de pérdida de peso, sin embargo es un alimento rico en fibra y almidón resistente que se digiere completamente en el organismo y tiene un gran poder saciante. Además las frutas pueden ayudarte a satisfacer los antojos de dulce sin aportar calorías vacías, ni grasas saturadas.

Concluiría diciendo, que por supuesto, sí, hay que comer carbohidratos cada día. Llevar una vida saludable comiendo proteínas, hidratos y grasas adaptando tu dieta a tu modo de vida es la mejor manera de perder peso y mantenerlo en el tiempo.

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