La vacuna contra los haters: conocer su comportamiento para dar donde más les duele
Los haters intentan que otros se sientan tan mal como ellos.
La impasividad ante los haters puede ser una solución, pero si va a más, hay que tomar medidas.
Los haters son odiadores, odiados. La palabra “hater” está tan integrada en nuestro lenguaje que ya incuso la incorporamos en nuestro vocabulario para decir expresiones como: “hoy estoy un poco hater”. Ese día seguramente te sientas más susceptible que otros días, estés más reticente o reacio a hacer ciertas actividades o a aguantar a ciertas personas, te quejes por todo de todo… vamos, que ese día no te aguantas ni a ti mismo.
Por lo tanto, con esta corta definición podemos entender bien qué son los haters. Los haters nacieron con las redes sociales, al igual que los fans, los “followers” y/o los influencers. Hace unos años era casi impensable que tuvieras fans si no salías en televisión o eras un personaje célebre a nivel nacional o internacional gracias a algún talento o a ser pareja de alguna famosa o famoso. Sin embargo, ahora cualquiera que tenga talento para crear contenido que cale en las redes sociales – que no quiere decir que sea bueno - tiene miles de fans.
Los haters son enemigos, y como a todo enemigo, para contratacarle hay que conocerle en profundidad. El modus operandi de los haters suele ser el de un usuario escondido tras un nick sin dar información acerca de él o ella en su perfil, que se dedica a “odiar” en las redes sociales, esparciendo comentarios negativos por las redes a veces, a diestro y siniestro, y a veces, contra minorías o personajes contrarios a sus ídolos, ideologías o creencias. Los haters suelen buscar repercusión en su actividad en las redes sociales, para posicionarse o llegar a ser virales. Quizás, este tipo de conductas de los haters estén motivadas por algunas carencias en otras parcelas de su vida.
En definitiva, el perfil de un hater es el de un individuo cobarde, con carencias emocionales y empáticas, con el ego dañado, posiblemente atormentado por miles de complejos e inseguridades.
La mayoría de las redes sociales ofrecen la opción de bloquear a las personas que pretendan hacernos daño con sus insultos y humillaciones públicas. Aunque, no siempre es tan fácil ni efectiva esta fórmula con los haters, muchos de ellos se dedican casi en exclusiva su vida a odiar, por lo que puedes bloquear un perfil y que aparezca con otros, o incluso mucho peor, puede que tenga un sequito de otros haters, que de la misma forma son sus fans, y empiece a entrar una ola de mensajes con connotación negativa y dolosa.
Los haters vuelcan a menudo sus frustraciones personales en las redes sociales, intentando que otros se sientan tan mal como ellos. Es hacer daño por hacer daño, molestar por molestar, buscando paliar algo que les falta a ellos o buscando que el otro sienta el mismo mal sentimiento que ellos tienen. Por lo que, en principio, tendríamos que compadecernos de ellos, pero otras veces, no podemos ser impasibles a lo que estamos viendo y entramos al trapo. Alimentar a los haters es un grave error, es mejor, cerrar y dejar que sigan comentando sin darle mayor importancia, porque con estas personas sí surte efecto el “no hay mayor desprecio que no hacer aprecio”. Si no se les da bola, paran y se van a molestar a otro lado.
No obstante, no se puede dejar pasar por alto, el acoso de los haters en las redes sociales a individuos o colectivos más vulnerables - que no minoritarios -. Ya son muchos los casos que conocemos de adolescentes que han terminado quitándose la vida por el “cyberacoso”. Este tipo de acoso en las redes sociales puede ser más peligroso que el acoso físico o personal, ya que es un tipo de acoso más silencioso, pero a su vez también, con más exposición pública, algo que a estos jóvenes le dan mucha importancia, su reputación.
En estos casos, hay que informar siempre a nuestros padres o tutores a nuestro cargo de lo que está pasando, e inmediatamente ir a notificarlo a las autoridades pertinentes, aunque simplemente sea para que quede constancia. Al menor, que suele atravesar la etapa de la adolescencia, es difícil hacerle entender que es lo mejor para que él o ella deje de sufrir, porque sentirá miedo, y en la mayoría de las ocasiones, habrá sufrido amenazas por parte de sus haters para que no se chive.
La víctima del acoso tiene que sentirse segura y saberse apoyada. En general, es bueno que cambie de colegio, instituto o alejarle del lugar de dónde pueda proceder este acoso, e ir rastreando un poco la actividad digital de los acosadores para que se sientan vigilados y el comportamiento cese, sin dejar pasar lo sucedido, claro, y tomar las medidas pertinentes contra los acosadores. Los haters, en la mayoría de los casos, disfrazan sus debilidades en los insultos, desprecios y humillaciones en las redes sociales.
Muchos famosos, influencers, youtubers, políticos o usuarios que cuentan con miles y millones de fans en las redes sociales sufren el acoso de los haters diariamente. Este tipo de haters son como legiones, que se posicionan con un personaje u otro, y atacan sin descanso ni mesura al que ellos consideran contrario. Algunas veces, los usuarios de estos perfiles con tantos fans responden a sus haters. Ese puede ser el día más feliz de un hater. Su mente macabra y casi psicópata se sentirá importante al ver la respuesta de personaje de turno con tanta influencia. Puede que capture ese momento y lo comparta en todas sus redes sociales, para que otros haters se abalancen sobre ese personaje en las redes sociales, para ver si les contesta también a ellos.
Este tipo de hater está movido por la ceguera de pertenecer a un grupo o por ser fan acérrimo de un personaje público, corriente o creencia que sea contrario a lo que él o ella cree defender. La envidia es otro de los motores que alimenta y da rienda suelta a los haters en las redes sociales. La parte positiva de este tipo de haters es que suelen ser batallas campales digitales entre ellos porque existen bandos de gente que odia. Por lo que el personaje en cuestión no tendrá ni que leer, simplemente, sus fans estarán ahí fielmente para hacer frente a sus haters.
Los haters, finalmente, son unos entes, que se esconden detrás de unos seres para hacer daño y soltar todo lo podrido que tienen por dentro, y para más inri, muchos de ellos creen que son graciosos. A ver, a veces nos hacen reír, pero de pena.