El miedo es real. Y es real porque una cosa es tener la ligera sospecha y hasta hacer chistes sobre esa persona que está al otro lado de tu teléfono analizando lo que le cuentas por WhatsApp a tus amigos y otra cosa es que Google reconozca que nos espía mediante un comunicado en el que explican que sus expertos revisan alrededor del 0,2 por ciento de todos los fragmentos de audio que graban a través de tus dispositivos Android.
Hace un tiempo descubrimos que es posible entrar en la página en la que Google almacena tu información y ver con tus propios ojos qué es lo que Google ha obtenido de ti y de tu vida privada.
Siempre que vengo a trabajar aprovecho el trayecto en Cercanías para mirar Twitter. Y esta mañana me llevé la sorpresa de mi vida cuando vi el siguiente tweet de Hematocrítico:
¿Me estás diciendo que hay una web a la que yo puedo acceder para comprobar que, efectivamente, Google nos graba de vez en cuando y almacena información sobre lo que hablamos o hacemos en nuestra vida privada? ¡Pues sí, me lo estaba diciendo!
La web no es otra que una de las pestañas de "Mi cuenta" de Gmail. Para poner en marcha cualquier smartphone que use Android es necesario tener una cuenta de correo electrónico en Google con la que se vinculará todo lo que hagas con tu teléfono. Y, según parece, también todas las conversaciones que tengas con tu teléfono cerca.
Apple ya había hecho público algo parecido. Como ya adelantó Applesfera, Siri también guarda datos personalizados de sus usuarios durante dos años. Aunque esos datos se almacenan de forma anónima y con la excusa de que así mejora la atención personalizada.
En realidad todo esto ya se había demostrado. Zoe Kleinman, periodista de la BBC, hizo un experimento que demostró, a través de tres pruebas, que esto sucedía. Lo que no sabíamos es que, en cierto modo, Google nos espía porque nosotros le hemos dado permiso y además se guarda las pruebas.
Evidentemente, en cuanto me enteré de que estos archivos de audio que Google ha grabado aleatoriamente y ha almacenado para "ofrecerme una experiencia más personalizada" (que no lo llamen experiencia personalizada, que lo llamen "para venderte mejor"), pulsé el link y me senté a ver y escuchar lo que Google tenía sobre mí.
La mayoría de los clips de audio no tienen nada inteligible. Podrían pasar por psicofonías de Cuarto Milenio perfectamente. Pero hay otros que sí han pillado algo y le han permitido a Skynet, digo Google, hacer una transcripción:
¿Dije situacionismo? ¡Madre mía, qué culta soy! (Lo peor de todo es que, de repente, he recordado en qué contexto dije situacionismo: cuando estaba conociendo a un tío por el que estuve MUY pillada, así que Google ya me ha fastidiado hoy dos veces, una porque me he dado cuenta de que él lo sabe todo sobre mí y otra porque me ha recordado a este chico y ahora necesito chocolate). Menos mal que acabo de escribir que necesito chocolate, así Google podrá ponerme unos anuncios de bombones en oferta y me podré pillar una cajita.
Llegados a este punto, esto es lo único que puedo decir:
Esto y que uno de esos archivos de transcripción no disponible soy yo de fiesta escuchando 'I will survive'. Irónico.