Con el calor extremo y el sudor muchas personas sufren diversas molestias. Una de ellas es la facilidad con la que los pelos enquistados se vuelven un problema que es necesario atajar de raíz.
El vello encarnado suele producirse por un taponamiento del folículo piloso, que acumula células muertas y restos de sebo en la superficie y hace que el pelo crezca debajo de la piel. Suelen aparecer en las piernas o en las axilas a poco que nos descuidemos o haya un rasurado excesivo de ciertas zonas, y en las personas con vello rizado o grueso son el pan de cada día.
Con esta serie de remedios naturales y técnicas lo tendrás mucho más fácil para librarte de esos molestos ‘amigos’ encarnados bajo la dermis y podrás lucir una piel perfecta (al menos, bien curada).
Entre las cosas que puedes hacer para evitar su proliferación, está desinfectar la zona con un antiséptico antes de rasurarte la piel, cambiar las maquinillas cuando tengan poco uso y no esperar a que se obstruyan con restos de pelo muerto tras las pasadas y los baños de vapor para abrir los poros y limpiar la piel.
No olvides también rasurar siempre en la misma dirección la zona en la que no quieras que aparezcan estas molestas bestias enquistadas, tan dolorosas.
Si nada de lo anterior funciona y el pelo ya está enquistado 'no worries' porque por aquí te dejamos 5 trucos muy sencillos para acabar con ellos:
Necesitarás media taza de agua caliente para la infusión y dos cucharadas de flores de manzanilla. Además de sus propiedades antiinflamatorias, aplicar la infusión de manzanilla sobre la piel, con una compresa, te ayudará a abrir los poros para que el pelo encarnado salga más fácilmente al extraerlo. Frota la piel con la infusión dos veces al día hasta que el dolor del pelo enquistado remita.
No se te ocurra reventarlo o abrirlo. Además de ser doloroso, puedes agravar la infección, y además te dejará una marca de lo más antiestética cuando cicatrice.
Otra estupenda ayuda para acabar con los pelos enquistados, por sus propiedades antibacterianas y regeneradoras de la piel. El proceso de cura es más rápido y la inflamación se mitiga mucho con este remedio.
Tanto si usas la propia planta de aloe directamente sobre la piel como si utilizas una crema, déjalo actuar de 15 a 25 minutos. A la mañana siguiente, limpia la zona con agua.
Es otro de los métodos infalibles para tratar los pelos encarnados, debido al ácido málico que contiene el vinagre. Limpia los poros, favorece la circulación y tiene efecto antiinflamatorio, además de contar con propiedades antibacterianas.
Diluye vinagre en agua, empapa un algodón con la mezcla y aplícalo la zona infectada. Déjalo actuar durante diez minutos.
Un exfoliante ‘casero’ para limpiar la zona de las impurezas de la piel y rebajar la capa muerta. Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con un poco de agua para hacer una pasta. Puedes hacerlo también con un par de aspirinas machacadas y espesadas con un poco de agua. Tiene las mismas propiedades que el bicarbonato.
Debes aplicar esta pasta con mucha suavidad para no dañar tu piel. Ayudará a que el pelo salga al exterior de forma natural, sin necesidad de abrir el poro inflamado. Además, te aliviará el dolor con su efecto calmante. A los cinco minutos, enjuaga la zona.
Después de aplicar alguno de los métodos anteriores, tocará atacar el pelo y sacarlo.