Una copa de silicona suele rondar los 20 euros. A priori, puede parecer bastante cara si lo comparas con una caja de tampax que sobrepasa los 3 euros, o con un paquete de compresas que ronda los 5. Eso sí, la copa dura hasta 10 años mientras que los tampax o las compresas como mucho duran 2 meses. Así que, si echamos cuentas, aunque el desembolso al principio es mayor, a la larga sale más económico.
No, no a todas nos sirve la misma copa menstrual y por eso, tendríamos que escoger bien la nuestra antes de comprarla. Estos son los tres tipos de tamaños:
Esas recomendaciones son las que proporciona CYCLO. No obstante, si tienes dudas y prefieres consultarlo en un centro de venta (farmacias, tiendas especializadas, incluso sex shops...), seguro que allí te aconsejan divinamente sobre el tamaño que mejor te conviene.
Antes de nada, es importante leer las instrucciones que vienen con la copa. Lo primero que hay que hacer antes de nada es hervirla unos tres minutillos en un cacito (que te recomiendo que destines “desde Yasss” sola y exclusivamente a tu copa).
Ahora sí que sí: toca ponérsela. Ante todo calma, sobre todo si es la primera vez… Para introducirla, lávate las manos antes y dóblala sobre sí misma. Puedes hacerlo en forma de flor, en forma de C o en forma de S, tal que así:
Tranqui, aunque al principio te parezca complicadísimo y creas que no eso NO te va a entrar, con un poco de práctica lo tendrás dominado (palabrita). Una vez que la hayas doblado, toca introducirla en la vagina y aquí cada una puede elegir cómo le va mejor hacerlo: a algunas les va mejor ponérsela de pie, otras estando en cuclillas, con una pierna alzada sobre el WC y otra en el suelo… Una vez dentro, la copa se abrirá y se colocará “sola” en las paredes vaginales, aunque estaría bien que te asegurases de que se va abriendo para evitar fugas. Es importante que no cortes el pitorro de la base, si no te molesta muchísimo, para extraerla después con más facilidad. ¡Y ya estaría! Puedes aguantar con ella puesta hasta 12 horas (sí, has leído bien: ¡12 HORAZAS!).
Recomendación para las primeras veces: algunas copas vienen con aplicador y esto facilita bastante su colocación (y si ves que no hay forma de que entre, un buen truco es usar un lubricante natural de base acuosa). Por otro lado, hasta que le cojas el truquillo y sepas cuánto puedes aguanta con ella, usa salvaeslip o una braga menstrual (ya que nos ponemos ecológicos) por si manchas un poco.
Probablemente, al principio, este será el segundo momento más tenso que vas a pasar con la copa (después de ponértela), así que te recomiendo que, una vez más, trates de relajarte todo lo que puedas again. Para quitármela yo como mejor me apaño es sentada en el WC, pero hay chicas que prefieren hacerlo de cuclillas en la ducha, o de pie. ¡Esto también es cuestión de práctica!
Para hacerlo, tienes que lavarte las manos primero, meter los dedos pulgar e índice, hacer una pinza (como en la foto), presionar para romper el vacío y después bajarla, tirando del "tallo", todo lo que puedas hasta que te la puedas quitar. Finalmente, vacíala en el WC y, si luego te la quieres volver a poner, lávala con agua y jabón neutro (o con agua templada si estás fuera de casa), lávate las manos de nuevo ¡y al cielo con ella otra vez!
Si estás en el trabajo o en la uni y tienes que quitártela (aunque repito, te aguanta hasta 12 horas) también puedes hacerlo. Una de las opciones es buscar un baño para personas con discapacidad ya que suelen ser más grandes y tener lavabos dentro.
¿Y si no hay baño grande con lavabo? Bueno pues una opción es lavarte las manos antes de pasar al baño, vaciar la copa en el WC, limpiarla con papel (quitar bien los restos) y volvértela a meter. También la puedes vaciar en el WC, limpiarla en el lavabo mientras te lavas las manos y volver a entrar para ponértela.
Como te decía al principio, hay muchísimos motivos buenos para usarla: ahorras pasta, reducimos residuos, al estar hecha de silicona quirúrgica causa menos alergias e inflamaciones vaginales que las alternativas de siempre, te despreocupas todo el día (¡y toda la noche!) de tener que estar cambiándote, etc. Además, aprendes muchísimo más sobre tus ciclos y flipas con la poca sangre que realmente expulsas. Así que nada amigas, ¡brindemos juntas por estos nuevos inventos! ;)