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El dolor de clítoris es algo más común de lo que imaginas: ¿sabes por qué ocurre y cómo solucionarlo?

  • El dolor de clítoris es una afección bastante común que puede tener causas muy distintas. En Yasss te contamos cuáles son y cómo se tratan.

El clítoris es un órgano con más de 8.000 terminaciones nerviosas dedicado, hasta donde se sabe, casi exclusivamente a dar placer. Se erecta tanto por excitación como en estado de reposo, con poco oxígeno, y aunque el clítoris se suela homologar con el pene, lo cierto es que cada clítoris es totalmente distinto y funciona de manera diferente a cualquier otro. También tiene que ver, desde luego, que falte tanto por conocer y estudiar en el ámbito de “la salud y sexualidad vulvovaginal”, según explican dos expertas.

Las doctoras Bárbara Fernández de Blas y Natalia Gennaro della Rossa aseguran que “todavía existe mucha desinformación y falsos mitos en este ámbito”. En su opinión, “hasta hace poco no se ha visibilizado la importancia que tienen los genitales en la mujer”; cuando se acudía al ginecólogo, no se hablaba “ni de la apariencia de los genitales ni de sexo y muchos otros temas por vergüenza y pudor”. Sin embargo, en los últimos años han observado un cambio en esta tendencia: “Ahora las pacientes no solo demandan más información, sino que nosotras, las ginecólogas, preguntamos por todas las esferas de la mujer: sexual, mental y física”, apuntan. Un cambio que, parece, está empezando a dar sus frutos.

Ahora, explican las ginecólogas, cada vez acuden a consulta más mujeres que quieren saber cosas sobre su anatomía y las patologías que pueden sufrir. Entre las más habituales, está la irritación o el dolor en el clítoris, ese “órgano sensorial con multitud de terminaciones nerviosas que tiene como principal función el placer sexual, puesto que se trata de una de las zonas erógenas del cuerpo femenino”, aclara Fernández. En Yasss te contamos por qué sucede y cómo poner remedio a este dolor.

¿Cuáles son los motivos?

El dolor en el clítoris no solo afecta a las relaciones sexuales, sino que impide que la persona desarrolle su vida esos días con normalidad. Las molestias pueden causar un bloqueo ante cualquier estímulo o deseo, pero la recomendación de las ginecólogas es que, en cuanto empieces a sentir dolor, acudas a un profesional para que averigüe por qué se produce esa molestia. “Hay que evitar el autotratamiento y, en cuanto se sienta una molestia, acudir a un ginecólogo experto”, explican Fernández y Gennaro.

De esa forma, “los tratamientos se hacen dirigidos y evitamos aplicar productos que terminan empeorando la zona”, cuentan. “Como norma general, las mujeres debemos usar ropa interior de algodón, evitar las situaciones que aumenten la humedad en la zona genital y tener unos hábitos de higiene”, Eso incluye evitar las duchas vaginales, no aplicar productos perfumados en la zona y no lavar el área más de una vez al día, entre otras.

En cuanto a los motivos que producen este dolor, Fernández destaca:

  • Las irritaciones cutáneas, sobre todo provocadas por el roce de la ropa, el uso de compresas o productos de higiene íntima, el sudor o la ropa ajustada. Algunos jabones que se usan para la higiene genital suelen causar irritaciones: deséchalos y opta por un jabón neutro y natural.
  • Las infecciones, entre las que destacan algunos hongos, bacterias e ITS.
  • Enfermedades cutáneas, como el liquen, la dermatitis o la psoriasis.
  • La atrofia genital, muy característica del postparto y la menopausia.
  • Los desequilibrios hormonales durante el ciclo menstrual.
  • Durante las relaciones sexuales, la fricción y la falta de lubricación también pueden provocar dolor en la zona. Si es así, incluir un lubricante en tus relaciones puede ser una buena idea.
  • Enfermedades con síntomas en los genitales como la vulvovidinia, un dolor crónico que se manifiesta en la zona que rodea la vulva, clítoris incluido, y dura como mínimo tres meses. Este trastorno, que según Mayo Clinic no tiene causa identificable, puede alargarse durante años.

Dependiendo del motivo por el que estés sufriendo este dolor, el tratamiento será uno u otro. Los tratamientos van desde los antibióticos hasta las hormonas, dependiendo de la causa de tu dolor. Lo más importante, reiteran las doctoras, es acudir, ante los primeros síntomas, “a un centro ginecológico especializado donde puedan dar solución a todos esos problemas”. Y evitar automedicarse, por lo que pueda pasar.