¿Quién no echa de menos los desayunos del fin de semana, mojando galletas en cacao con la vista puesta en el armatoste que, bajo el nombre de televisión, ocupaba la mitad del salón? ¿Quién no cambiaría el teletrabajo por un sofá y las aventuras de Lucky Luke? Aunque para muchos crecer en los 80 y los 90 no fue nada fácil, los dibujos animados nos trasladan a días más apacibles, marcados por las bandas sonoras más pegadizas que han pasado nunca por la televisión en España. ¡Fuera, 'Patrulla Canina'! Por más perros bomberos que añadáis a vuestro elenco, nunca podréis superar al equipo que formaban los miembros de ‘La banda del patio’.

Como sucede con las boybands o con los escándalos sexuales relacionado con algún ídolo infantil, todas las generaciones tienen sus propios dibujos animados. Estos seres ficticios, ya se llamen Abeja Maya, Mazinger Z o Dora la Exploradora, han acompañado a multitud de niños a lo largo de una etapa larguísima y fundamental en su vida. Por eso es normal que, cuando estamos estresados y no podemos más, volvamos la vista atrás y recordemos los patios de recreo y los hormigueros, los chupachups compartidos y los capítulos en VHS de nuestras series favoritas.

En este año tan complicado, parece difícil no mirar hacia atrás y soltar un suspirito de nostalgia. Pero, si mirar por la ventana con los Backstreet Boys de fondo no funciona y necesitas un empujón de melancolía todavía mayor, sigue leyendo: en Yasss hemos recopilado algunas de las series más populares de la cartografía millennial. Sí, lo sabemos, nos dejamos muchas fuera: no podemos hablar de series millennials sin destacar ‘Vaca y pollo’, ‘Los picapiedra’, ‘Scooby Doo’ o ‘Sailor Moon’, por ejemplo, y sin embargo no están en esta lista. En cualquier caso, ver un par de capítulos de estas (o las que vienen) echada en la cama es mano de santo. Allá van.

Lo más sorprendente de esta serie de Disney es que solo estuviese en emisión cuatro años, cuando la mayoría aseguraríamos que lleva ahí toda la vida. Los protas de la Banda del Patio son TJ, Spinelli, Vince, Gretchen, Mikey y Gus, seis niños como cualquier otro crío de la escuela primaria, que se enfrentan a los peligros de ser jóvenes en un patio de recreo. La gracia de esta serie no está solo en sus protas, si no en otros personajes como los niños salvajes, la señorita Finster, el Rey Bob o las Ashleys. Los secundarios son tan importantes (y carismáticos) como ellos.

Teresa, Ana y Elisa eran tres niñas mellizas (aunque podían parecer gemelas, se las distinguía por el color de la camiseta) muy traviesas. Cada vez que la liaban, la malvada bruja Aburrida las castigaba mandándolas a cuentos o momentos históricos con los que aprendíamos a lo bestia. Esta ficción original española consiguió que canturreásemos “un, dos, tres, las tres melliiiiizas” tanto como para que nuestros padres amenazasen con irse de casa, y eso tiene mucho mérito. Pocas cosas, a excepción de la flauta dulce, tienen un efecto comparable.

¿Una serie sobre fútbol que tarda tres episodios en cruzar un campo? Decimos sí a lo bestia. Cada disparo era una pirueta, una obra de pirotecnia, la invitación al monólogo de uno de sus protagonistas. Cuando se emitieron los capítulos en los que el equipo jugaba contra España, estuvimos a punto de cambiar de fecha la fiesta nacional.

Doraemon y su bolsillo mágico aparecieron en España a inicios de los 90 (aunque el mundo ya nos sacaba una década de ventaja), y ahí se quedaron para las reposiciones de los siguientes 40 años. Éxito arrollador, nominación al gorro volador en todas las lenguas cooficiales y una fórmula que no se queda demasiado anticuada, por más tiempo que pase. Todo eso sin hablar de la mejor leyenda urbana televisiva de esa época, la que decía que toda la serie es un sueño de Nobita, que estaba en coma. Ya sabes, “ojalá mis sueños se hicieran realidad” … ríete tú de los de Los Serrano.

Los Rugrats se estrenaron en las televisiones de todo el mundo en 1991, para narrar la historia de cinco bebés que vivían alejados de las realidades de los adultos. Quizás por eso enganchó tanto: la serie fue la más longeva de la historia de Nickelodeon, hasta que en 2012 la superó Bob Esponja.

Dejamos este plato fuerte para el final, porque Dragon Ball fue mucho más que una serie, fue un fenómeno fan que hizo que miles de chavales saliesen a la calle con las manos abiertas al grito de onda vital. La premisa es sencilla: Goku llega a la Tierra y debe vencer enemigos y conseguir reunir las bolas de dragón para obtener poderes. Se ve que todos los chavales de la tierra querían tanto la inmortalidad como él, porque de esta ficción ha habido tazos, cromos, videojuegos, otras series y hasta batallas campales.