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El aspirador, la tele y hasta el vibrador que usas han intentado traficar con tus datos

yasss.es 20/03/2018 09:43

Que hay que tener cuidado con nuestros datos no es algo nuevo. Solo con revelar nuestro email, nuestros apellidos, nuestro DNI o nuestro número de móvil se puede acceder a un montón de información personal nuestra: si estamos o no en webs de contactos, comentarios polémicos que hayamos hecho en Internet, dominios registrados, denuncias o multas, entre otras muchas cosas, como bien explica este artículo.

No, no me ha puesto paranoica ni creo que la tecnología conspira en mi contra, ese papel se lo dejo a Ian Svenonius que lo hace divinamente en ‘Te están robando el alma’. Yo soy muy tech lover pero con precaución, y más después de haber descubierto (y probado) cómo Google espía nuestras conversaciones. Y ahora encima, un poquito más después de haber descubierto que hay artículos/objetos inteligentes que podrían traficar con mis datos sin darme cuenta.

Los vibradores inteligentes, placer conectado a preocupaciones

¿Te importaría que otra persona se enterase de que usas vibradores conectados? ¿Te importaría que el fabricante hiciese un seguimiento de tu actividad sexual y que conociese a también quién maneja el control remoto (se maneja desde una app)? Si la respuesta es sí, siento decepcionarte porque esos datos pueden salir a la luz.

En 2016 un grupo de hackers demostró durante la conferencia de seguridad Def Con cómo los vibradores inteligentes We-Vibe transmitían algunos datos de sus usuarios en tiempo real como por ejemplo: la temperatura del juguete, el patrón o la intensidad de la vibración o los hábitos sexuales. SO CO RRI TO. Estos datos, los recibía el fabricante Standard Innovaton sin solicitud previa con fines estadísticos propios.

Después de conocerse la noticia (y de que una mujer presentase una demanda colectiva), la empresa acordó indemnizar con 10.000 dólares a los usuarios que compraron el producto antes del 26 de septiembre y que hubiesen descargado y usado la app. Además, se comprometieron a cambiar sus términos y política de datos.

El aspirador, el espía cartógrafo

Mientras tú estás tan tranquilo en el trabajo felicitándote por haber invertido en una Roomba o una Conga que te deja la casa como una patena de limpia y sin un pelo gatuno, el robot con su baile y su deslizar gracioso, está trazando el plano de tu casa (necesita mapear el hogar para funcionar de forma autónoma). Un plano que luego podría vender.

No es broma, el CEO de iRobot (creador de Roomba) explicó a Reuters que planeaba vender los datos que iban recogiendo sus aspiradores en millones de casas para mejorar la tecnología de los hogares inteligentes. En un momento en el que el futuro de nuestros hogares podría pasar por servicios de inteligencia artificial de Apple, Amazon, Google o Microsoft (que están manos a la obra) esta información podría ser un caramelito.

¿Esto es legal? ¿Y si hackean esos datos como ocurrió con los vibradores We-Vibe? En este sentido los creadores de Roomba ya se han encargado de contemplar este supuesto dentro de su política de privacidad (que el usuario tiene que aceptar obligatoriamente). En ella señalan que pueden compartir información personal con terceros con cualquier transacción de la compañía como una fusión, venta total o de una parte de los activos, quiebra, reorganización, financiación, cambio de control o adquisición del negocio.

La Smart TV, la delatora si no esperas para ver una serie

El año pasado la fiscalía de New Jersey la Federal Trade Commission (que es como nuestra OCU) acusaron a la marca Vizio de haber recopilado y vendido datos de sus usuarios sin su consentimiento. Al parecer, según el comunicado de la FTC, la compañía estadounidense de electrónica había instalado un software que recogía información de 11 millones de televisión inteligentes tanto en los nuevos dispositivos como en los antiguos a la hora de actualizar el software. Además, esto lo hizo sin comunicárselo de manera clara a sus usuarios y sin pedirles permiso y parecer ser que encima los vendió a terceros (aunque no se demostró).

Esto fue un poco delicado porque Vizio no solo recogió información sobre lo que veían sus usuarios gracias a una base de datos de pelis, tv y otros contenidos, también de las direcciones IP (y con ella se pueden conocer datos personales como la dirección).

Parece que este caso no es nuevo y en 2013 un usuario descubrió como su LG enviaba datos de visualización incluso cuando tenía desactivada esa función. Así que mira, si esto va a salir pues prefiero confesar ya que alterno las noticias de la mañana con el método Vaughan. Y a veces, si me vengo arriba, también repito en alto las palabras como una idiota delante de la tele: Yesterday we worked, ‘iesterdei ui uorkt’.

Strava, la app chivata del gobierno

Este último caso quizás sea el más sonado recientemente. Esta aplicación, como muchas otras del estilo diseñadas para deportistas traza mapas con rutas que hacen sus usuarios a la hora de hacer deporte. Hasta ahí todo correcto.

El problema ha venido en países en guerra, donde sus usuarios son mayoritariamente personal militar extranjero y las rutas que realizan a la hora de hacer deporte localizan muy fácilmente dónde se encuentran o la forma que tienen los campamentos o las bases por dentro.

Según cuenta en Twitter Nathan Ruser, Strava ha hecho público sus mapas de calor basados en la actividad de sus usuarios y claro, revelan bastante bien este tipo de localizaciones que suelen estar ocultas en Google Maps como ocurre con las bases británicas, rusas o estadounidenses en Siria, Irán o Afganistán.

Sé que hay muchos más objetos "inteligentes" que generan datos nuestros como el cepillo de dientes, cepillo del pelo (sí, también existe) o el termostato, entre otros, pero la verdad es que no me asustaría lo más mínimo que saliese a la luz que tengo el pelo seco, el tiempo que me detengo en los premolares o la temperatura a la que tengo la casa. Y también os digo que, como no tengo dinero para gastarme en vibradores sofisticados, televisiones conectadas, aspiradores y me aburre muchísimo eso de hacer running, problemas que me quito. A veces soy feliz con la cara analógica de las cosas (porque no me queda más remedio).