"No sé si sigo enamorado de mi pareja": para salir de dudas hay que hacerse una serie de preguntas
¿Sientes que ya no estás enamorado de tu pareja? Tienes que ser sincero contigo mismo
Para saber si debes seguir con tu novio/a tienes que aclarar tus ideas primero
Cinco preguntas que puedes hacerte para saber si sigues enamorado de tu pareja
Existe la falsa creencia de que cuando el amor es verdadero, nunca hay dudas. Esto es completamente falso. Cualquier relación atraviesa momentos de inseguridad, confusión y miedo y, en consecuencia, a veces es inevitable preguntarte si sigues enamorado de tu pareja.
Una de las razones por las que dudamos es que a menudo confundimos la pasión inicial con el amor, la intimidad y la confianza de una relación a largo plazo. También afectan las malas rachas que atravesamos; es normal que cuando sufrimos estrés por el trabajo o ansiedad en nuestro día a día, influya en nuestra relación de pareja. Finalmente, las experiencias que atravesamos con nuestro novio/a también determinan lo que sentimos. Las discusiones, los celos y las infidelidades obviamente van a hacernos dudar.
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Como decía, dudar es inevitable y ajeno a nuestra voluntad, pero lo que sí podemos controlar es la forma de gestionar esta situación. El primer paso es aclarar nuestras ideas, y como no siempre es fácil, hay algunas preguntas que puedes hacerte para salir de dudas.
1. ¿Cómo imagino mi futuro?
Un ejercicio muy útil para cualquier preocupación que tengamos, ya sea en lo amoroso, en lo laboral o en cualquier ámbito de nuestra vida, es la proyección temporal. En otras palabras, reflexionar sobre cómo nos vemos en el futuro.
Pregúntate cómo te imaginas en un año, cinco o diez. Obviamente el futuro es incierto y a veces no tenemos muy claro qué es lo que queremos, pero una cosa es tener ciertas dudas y otra sentir un rechazo absoluto cuando nos imaginamos envejeciendo con nuestra pareja.
Si cada semana que pasas junto a tu pareja te provoca agobio y una sensación de asfixia emocional, la mejor decisión que puedes tomar es hablarlo con él y poner un poco de distancia y tiempo de por medio.
2. ¿Ha pasado algo que haga que me sienta así?
Muchas veces perdemos la ilusión porque se produce una crisis con nuestra pareja. Pueden ser discusiones constantes, problemas sexuales, celos, infidelidades y un largo etcétera. Sea como sea, perdemos la confianza y las ganas de seguir luchando por mantener viva la llama.
Sin embargo, a veces no hay ningún detonante. La relación sigue igual, hacéis los mismos planes, vuestra vida sexual está intacta y de cara a la galería parecéis la pareja ideal, pero por dentro sientes que algo ha cambiado. Esta situación es más difícil de gestionar que la anterior, porque lleva añadida una culpabilidad adicional al sentimiento de desenamoramiento. "Si mi pareja es perfecta, ¿por qué ya no estoy enamorado?", es la pregunta del millón.
Las personas evolucionamos y los sentimientos también. No puedes autocastigarte por no amar a tu pareja, sólo ser sincero y decirle lo que sientes.
3. ¿Es algo mío o mi pareja se siente igual?
Ante cualquier problema, sobre todo los que afectan a la relación, es fundamental hablarlo con la pareja. En caso de sentir dudas, comunicarlas con asertividad y sinceridad puede ayudarnos a averiguar si nuestra pareja se siente igual.
A veces creemos que somos "bichos raros" por sentir lo que sentimos, pero es más que probable que nuestra pareja se encuentre en el mismo punto. Saber esto nos ayudará en primer lugar a eliminar esa sensación de culpabilidad y, en segundo lugar, a encontrar una solución entre los dos.
4. ¿Cuáles son las razones por las que seguimos juntos?
Esta es la pregunta más complicada que debes hacerte, porque implica ser consciente de tus inseguridades y miedos. Responderla no sólo afectará a tu relación, sino a ti como persona.
¿Sigues con tu pareja por lo que te aporta como persona o por miedo a la soledad? Cuando tenemos una relación duradera, inevitablemente nos adaptamos a la rutina. Dicha rutina implica confianza, intimidad y cariño, y nuestra pareja se convierte en nuestro mejor amigo, pero a veces falta algo. Por miedo a lo desconocido o a perder a esa persona, alargamos una relación que no tiene futuro, lo que supone es un gran error ya que te autoengañas a ti y a tu pareja.
5. ¿Voy a esforzarme para que la situación mejore?
A menudo pensamos que el amor es algo fácil o que fluye solo, pero hay que trabajar en ello. ¿Cómo? Siendo más sinceros, empáticos y comprensivos. Evitando caer en la rutina. Teniendo detalles con nuestra pareja, y no sólo a nivel económico sino también emocional. En resumen, invirtiendo tiempo en la relación.
Si decides dar una oportunidad a tu pareja y luchar para reavivar la llama, es importante comprometerse con el cambio. No esperes que él o ella sea la única persona que cambia. Ambos tenéis que esforzaros para que las cosas funcionen, y si no estás dispuesto a intentarlo, tal vez lo mejor sea cortar por lo sano y permitirte a ti y a tu pareja ser felices por separado.