"El feminismo está en un momento de gran popularidad y presencia en redes, aunque eso no traiga mejoras en temas como la violencia de género, y a la vez se está sufriendo una reacción en contra. Pero eso ha pasado siempre que ha estado en primer plano. Ya pasó en la primera, segunda y tercera ola. Lo diferente ahora es que hay una militancia antifeminista extrema en redes como reacción", explica María Bastarós, autora de la novela 'Historia de España contada a las niñas' y del libro ilustrado 'Herstory', sobre el papel de las mujeres a lo largo de la historia.
Dicho esto acerca del momento histórico que estamos viviendo, bajemos a lo práctico. Estas navidades vas tener que enfrentarte a decenas de comentarios en cenas y comidas sobre el tema, muchos de ellos de personas que quieres. ¿Quién no ha oído eso de 'ni fiminismi ni machismi'? Pues bien, por si los argumentos se te desordenan, te proponemos esta mini guía de posibles respuestas a tópicos machirulos. Una especie de lista de ejercicios de autodefensa, pero argumentativa.
"Ni feminismo ni machismo"
Empecemos por un clásico de hoy y de siempre. El feminismo es, literalmente, pedir la igualdad de derechos de las mujeres. El machismo no pide esa igualdad de derechos humanos, sino una fórmula de opresión hacia la mujer (y hacia el propio hombre que no entra en el modelo de lo que un varón debería ser). Igual suena parecidito porque acaba igual (como dadaísmo, fascismo y revisionismo), pero no son paralelos. De hecho, nadie ha muerto a causa del feminismo y sí del machismo. A partir de ahí, si lo igualas, revísate: se ven prejuicios a saco en esa cabecita.
"Ahora no se va a poder ni ligar"
Para algunos de estos argumentos hemos contado con la ayuda de Nerea Pérez, creadora de 'Feminismo para torpes'. Ella lo tiene claro:"¿Como se ha venido ligando hasta ahora, dices? El problema es que la normalidad se ha construido en base a que solo una parte de la población quiere, le gusta y le viene bien. Lo masculino es lo general y lo considerado ‘humano’. La manera de transitar por el mundo de los hombres se ha considerado lo normal y no, no lo es", explica. Que un borracho te venga a molestar cuando estés con tus colegas en una discoteca, que te toque el culo un desconocido o que se crea con derecho a piropearte por tu físico por la calle cuando le dé la gana no tiene por qué considerarse normal. De hecho, cambia el sujeto de muchas situaciones que crees 'normales', como ha hecho Barbijaputa en su foto de Instagram de arriba.
"A mí eso de la corrección política es que no, yo soy muy directo"
"A mí no se me ocurre decirle a mi tío Paco, que tiene sobre peso y tiene pelos en las orejas y está calvo, pues que vaya feo todo eso y que qué guarro por no recortárselos. La corrección social y la educación es algo que lubrica las relaciones humanas. El problema de eso es que solo se ha prestado atención a la mitad femenina. Ahora que estamos diciendo lo que no nos gusta y nos agrede algunos hombres se sienten atacados. Lo más preocupante de esto es que se está disfrazando de ser políticamente incorrecto lo que viene a ser un 'gañán' de toda la vida, y se le está convirtiendo además en un ser un subversivo. Y no, no eres Martin Luther King por decir esas barbaridades", explica Nerea Pérez.
"Los micromachismos son una tontería, hay cosa más importantes de las que preocuparse"
"Corremos el peligro de ir a debates bizantinos. Si te abro la puerta o no, te pago la cena o no. La gente que no es feminista se irrita mucho con eso. Los micromachismos son una manifestación mínima de un problema muy global. Todo un sistema de autoridad, una estructura social, un modo de educar, de usar y enfocar el cuerpo de la mujer. ¿Entonces qué pasa que soy un violador por abrirte la puesta? No, nadie dice eso. Solo es que se ve a través de esos gestos pequeños, metidos en el ADN de una cultura como normales, se puede ver toda la bola gigante, que en los casos más extremos llega a la violación y al asesinato. ¡Revísate! Lo que no puedes hacer es decir que no eres machista porque no has violado o asesinado a alguien. Mira los grupos que whatsapp que tienes con los colegas del fútbol de los sábados, a ver qué memes y qué bromas de tías tenéis y de lo que os reís", comenta Pérez.
"¿Y las denuncias falsas qué? ¿Quién defiende a los hombres de las locas?"
"Por supuesto que en la justicia hay un margen de error. Hacia un lado de los errores están las denuncias falsas, que son un horror y suponen un 0.1% del total (datos del Ministerio), pero cuyas mayores consecuencias es que un hombre tenga una orden de alejamiento que no merezca o que pase una noche en el calabozo. Y hacia el otro están los errores policiales y de jueces que favorecen a los maltratadores y que, en muchos casos, como estamos viendo, acaban en muerte de la denunciante por no haberla protegido lo suficiente. Quienes hablan de denuncias falsas están diciendo que les preocupa mucha más que un hombre pase una noche en la cárcel que que una mujer sea asesinada. Esa supuesta desprotección dice que la vida de las mujeres vale menos. Además, hay otro margen de error. Muchas mujeres asesinadas que nunca llegaron a denunciar. Es decir, que lo que hay que hacer es que se denuncie mucho más, no meternos miedo para que no denunciemos", explica Pérez.
"El feminismo ha despertado el monstruo del fascismo"
"Lo preocupante es que todas estas ideologías no habían desaparecido, sino que estaban plácidamente echándose una siesta. Sus ideas estaban ahí de igual modo. ¿Quién ha dicho que el feminismo tenga que ser una cosa cómoda? Claro que les incomoda, porque subraya los privilegios durante décadas y siglos de los varones e intenta que hombres y mujeres tengan los mismos derechos", añade Pérez.
"Yo ayudo en casa"
El lenguaje es importante. Fíjate lo importante que es que si usas el verbo ‘ayudar’ ya estás evidenciando que crees que los cuidados en el hogar es una cosa de ella, de todas las ‘ellas’, y que tú, como eres muy majo, te prestas a echarles una mano. Reparto igualitario ya. Mira todo lo repartido que está en las cenas de Navidad, mira quién cocina y quién recógela mesa y quién ha ido a comprar. Es más, por si acaso alguien ha decidido que hoy 'ayudaba', mira mejor quién lo ha hecho el resto de cenas y comidas del 2018 y el 2017 y el 2016…
"Una cosa es ser feminista y otra ser feminazi"
"Decir feminazi es como decir pacinazi. Es una ridiculez. Es como decir que eres una fascista de los derechos humanos. Ghandi. Bueno. No sé. Igual de repente dice más de quién lo dice: quizá no es casualidad que no exista la palabra machistinazi. Y mira que hay machistas", explica Pérez.
"A mí lo que no me gusta es el tono, las feministas dicen todo agresivo"
De nuevo: ¿quién ha dicho que el feminismo tenga que ser suave y hablar bajito? Nos matan. No es una exageración. 45 mujeres han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas, en total 972 desde el 1 de enero de 2003, cuando se empezaron a contabilizar. Una de cada tres mujeres ha sufrido algún tipo de abuso sexual. Las mujeres nos hemos ganado el derecho a estar enfadadas.