Paso a paso: cómo limpiar las zapatillas blancas sin estropearlas en el intento
Limpiar tus zapatillas blancas y no morir en el intento, es más sencillo de lo que crees
Los zapatos de ante se machan con facilidad, con estos sencillos trucos lucirán como nuevos
Una cuarentena no es algo que experimentas con frecuencia a lo largo de tu vida, a no ser que seas el protagonista de una película de ciencia ficción o tengas una mala pesadilla. Por lo que seguramente ya estés al día con todas esas series que te habían recomendado, hayas devorado más de una saga de libros y la esterilla sobre la que haces deporte estará empezando a perder su color de fábrica.
¿Y ahora qué? Te preguntarás presa de la confusión e incertidumbre… Un entretenimiento muy práctico, en estas circunstancias, es ordenar tus armarios y dejar listos tus outfits de primavera, para dar la bienvenida a una de las mejores estaciones del año.
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Una vez tengas tu armario lo suficientemente ordenado, como para que tus padres te aplaudan cada vez que lo abras, aventúrate a limpiar las zapatillas que tienes acumuladas por casa.
Pero si es algo que nunca te has planteado porque no sabes cómo limpiar zapatillas, ni cómo limpiar zapatillas de tela, y mucho menos cómo limpiar zapatillas de piel. No worries, desde Yasss te facilitamos unos trucos para que pongas a punto de una vez todo tu calzado.
Zapatillas de piel
Si uno de tus dramas personales es cómo limpiar unas zapatillas blancas, y más concretamente cómo limpiar zapatillas blancas de piel. Toma nota para no estropearlas en el intento.
Echa en el bol una cucharada de bicarbonato y otra de detergente blanqueante sin lejía -o jabón neutro-, remueve durante un minuto, moja el cepillo de dientes en la mezcla y comienza a esparcirla suavemente sobre la zapatilla.
Cuando las deportivas estén totalmente limpias, coge un paño seco, retira toda la mezcla de la superficie y déjalas secar durante la noche para que desaparezca la humedad -nunca al sol-. Si aún queda alguna mancha que se resista, repite el proceso de nuevo. Pero nunca las metas en la lavadora. Y para dejar la suela como el primer día, coge el cepillo para el calzado, échale un poco de pasta de dientes -imagina que fueras a lavarte los dientes con él- y frota con fuerza -mientras aclaras con agua-, hasta que toda la suciedad vaya desapareciendo.
El último paso para limpiar zapatillas blancas de piel es coger crema hidratante, untarla sobre la esquina de un trapo y esparcirla por toda la deportiva.
Zapatillas de tela
Si lo que quieres es dejar tus ‘Converse’ o ‘Vans’ blancas como nuevas, es decir limpiar zapatillas blancas de tela, el método más eficaz es echar en un recipiente pequeño medio vaso de vinagre blanco y un cuarto de vaso de bicarbonato, para diluir la mezcla hazlo con un cepillo de dientes y no con una cuchara metálica -puede provocar una reacción química con el vinagre- y deja que vaya bajando la espuma que se forme.
Con el cepillo de dientes ve aplicando el líquido por toda la zapatilla y frota en las machas más contundentes, -no te preocupes si ves que se va oscureciendo la tela, es normal-. Si hay excesiva suciedad, sustituye el cepillo por un estropajo o un pequeño cepillo de calzado-. Deja que la mezcla actúe durante una media hora y luego enjuágalas a mano. Para limpiar la goma y las suelas sigue el mismo proceso del dentífrico y el cepillo para calzado.
Antes de dejarlas secar al aire, recuerda meter un poco de papel en cada deportiva para que absorba la humedad y no se deformen. Importante no exponerlas al sol directamente porque las suelas pueden quedar amarillentas. ¡Por fin podrás borrar de la check list el apartado: 'Cómo limpiar zapatillas blancas de tela'!
Zapatillas de ante
Entre las decenas de zapatos seguramente encuentra unos de ante, un material más delicado para mantener, pero nada que se nos resista.
Ten en cuenta que nunca debes usar agua para limpiar tus zapatillas de ante, y depende del tipo de mancha tendrás que seguir un proceso u otro.
Si es por polvo acumulado tendrás que retirarlo con un cepillo de dientes y luego pasa un paño húmedo sobre la superficie. Si las machas son de barro, espera siempre a que este se seque y sigue mismo paso con el cepillo de dientes y el trapo húmedo -si el barro no se desprende con facilidad usa una lima de uñas-. Si es por rozadura o un pisotón, podrás hacerlo desaparecer frotando con la mítica goma de borrar ‘Milan’, recuerda cepillar después el zapato, con un cepillo especial.
En el caso de se empapen por la lluvia, llénalas de papel absorbente -para evitar que se deformen- y deja que se sequen, no se te ocurra utilizar un secador. Si solo son unas gotas de agua recientes, frota con un paño seco las manchas para acabar con la humedad y deja que se sequen. Y si las gotas son de hace tiempo, aplica a toda la superficie un spray de agua, retira la excesiva humedad con una toalla y deja que se seque.
Pero si la liada es real porque la mancha es de grasa reciente, echa polvos de talco, harina o bicarbonato sobre ella -para que la absorban-, deja que se seque y retíralo cepillando suavemente. En el caso de que la grasa sea de hace tiempo, frota con un paño húmedo empapado con desengrasante y presiona sobre la zona hasta que desaparezca la suciedad.
Antes de la limpieza profunda de cualquier calzado, recuerda quitarles los cordones y las suelas -si es posible-, para lavar estos materiales por separado o directamente sustituirlos por unos nuevos.
Ahora que sabes perfectamente cómo limpiar zapatillas, ya tienes entretenimiento durante estas semanas, con toda seguridad tú madre te levantará un monumento en el salón y tu padre lo venerará todos los días… ¡Manos a la obra!