Una botella de plástico y algo de tiempo libre: fabricar macetas en casa es muy sencillo
Utilizar botellas de plástico como macetas es otra forma creativa de reciclar y cuidar el medio ambiente
También podemos crear un sistema de riego por goteo con varias botellas de plástico, y hasta construir invernaderos portátiles
Aprovechando que estamos más ociosos en verano, puede ser un buen momento para hacer algo de manualidades y reutilizar esos objetos que tenemos tirados por casa y que normalmente van a la basura. No solo estaremos contribuyendo a cuidar el medio ambiente dándole una segunda vida a una botella que pensábamos destruir, sino que además nos ahorraremos dinero y tiempo al no tener que ir al vivero a hacernos con macetas tradicionales.
Es posible utilizarlas para reciclar plantas, como receptáculo para compost o como sistema de riego por goteo con otras plantas y flores que ya tengamos; y hasta puedes crear mini invernaderos con ellas.
Necesitarás: una botella de plástico de dos litros, tijeras afiladas y de tamaño medio o grande, un tornillo alargado con una buena punta.
Te contamos paso a paso cómo hacer tus propias macetas en casa con una simple botella de plástico.
Modelos básicos de macetas con botellas de plástico
Las macetas se pueden fabricar con todo tipo de botes de plástico de al menos litro y medio. En casa seguro que tienes muchos: receptáculos para detergente, botellas de leche, de cocacola, de sangría; ése en el que guardas la lejía o el amoniaco. Asegúrate de que sean de más de un litro para poder troquelarlos y recortarlos con holgura. Evalúa qué necesita la planta que vas a utilizar para tu maceta recién fabricada.
El primer paso es limpiar la botella para eliminar los restos de líquido e impurezas que puedan quedar de su uso anterior. Esto es especialmente importante si ha contenido algún producto tóxico o abrasivo. Utiliza agua caliente y jabón para dejarla perfecta.
Dibuja una línea rodeando la botella para marcar el recorrido de las tijeras.
Corta la línea hasta que la botella quede separada en dos mitades. A más maña al seguir la línea, más estética será la maceta. En función de lo grande que desees que sea la maceta para tu planta, la línea de corte irá más abajo o más arriba en el cuerpo de la botella.
Con el tornillo, y poniendo cuidado, haz varios agujeros pequeños en la base de la botella (donde se apoya). Seguro que te imaginas para que sirven: el drenaje de la planta se producirá ahí. Con 7-8 agujeros será suficiente para que la planta esté sana. No deben ser demasiado grandes, o la tierra se escapará por el hueco que has creado.
Ahora ya puedes llenar la maceta con la tierra. Si la de tu jardín es buena, adelante, aunque siempre es bueno utilizar una buena tierra que ya hayas comprado en un vivero o en una tienda de plantas, ya que suelen venir equilibradas (ph y acidez) y listas para usar. Se puede utilizar también grava, que mejora mucho el drenaje de nuestras plantas.
Coloca las semillas dentro de la tierra y termina de cubrirlas. Usa el dedo para empujarlas.
Por último, coloca la maceta en un lugar soleado y con buena ventilación, y riégala para empezar a disfrutar de tu nuevas plantas.
Macetas con botellas de plástico decoradas
Estos son los pasos para realizar una maceta básica, pero existen formas un poco más complicadas y estéticas con las que obtener un resultado mucho más profesional. En lugar de cortar la botella y utilizar la parte inferior para la maceta, puedes abrir una ventana por cada uno de los lados y hacer una suerte de maceta con forma de botella. La planta nacerá y crecerá en el interior y saldrá por la ‘ventana’ (la abertura por cada lado).
Las macetas se pueden decorar con pintura plástica o acrílica. Mucha gente suele decorarlas con motivos infantiles (animales, arcoíris) cuando realiza esta actividad de reciclaje y jardinería con sus hijos.
Riego por goteo con botellas de plástico.
Este es otro de los usos creativos para nuestras botellas de plástico reciclables: un sistema de riego por goteo casero que nos dé un respiro con las nuevas plantas cuando nos vamos de vacaciones. Con este sistema no necesitamos preocuparnos de que crezcan bien.
Necesitaremos: una botella, tijeras o cutter, un trozo de tela de algodón y un poco de hilo de costura.
Lo primero es cortar la botella como te hemos contado en el primer apartado, pero esta vez calcularemos que sea más o menos por la mitad. Una vez la hayamos cortado, podemos perfeccionar el borde todo lo que queramos. Tiene que quedar un espacio entre la base de la botella y la parte de la boca (el tapón) cuando la encajemos de forma inversa. Eso será el depósito de agua.
Enrollaremos el trozo de algodón hasta formar una especie de hilo grueso. Luego lo coseremos para que mantenga su forma. Haremos una incisión en forma de cruz en el tapón e introduciremos la mecha de riego (el hilo). De este paso solo resta enroscar el tapón con la mecha ‘colgando’. Un cabo quedará a un lado, en contacto con la tierra, y el otro con la base de la botella.
La maceta será esta vez la parte de arriba. La parte de abajo la utilizaremos como depósito de agua.
Para terminar la maceta de autorriego, encajaremos parte de arriba de la botella con la boca hacia abajo, de forma que el tapón apunte con la mecha de riego hacia la base. Solo nos falta colocar la planta y estará lista para vivir a su aire con este sistema casero de riego por goteo tan práctico y fácil de preparar.
A este sistema se le puede añadir la tapa de otra botella para que haga las veces de invernadero. Esto hará que las semillas germinen a toda velocidad.