Hace años se relacionaba con presidiarios, delincuentes o personas con una vida tormentosa, pero ese estereotipo afortunadamente se esfumó y poco a poco la cultura del tatuaje se coló y acomodó en la sociedad con total normalidad.

Y es que actualmente hacerte un tattoo es algo tan común como cambiarte el icon, estar living con el shippeo de flamantha -para el fandom de OT-, o darle o like a la foto de tu crush. Por lo que, si estás planteándote costumizar tu piel por primera vez, tendrás infinidad de dudas sobre cómo cuidar un tatuaje recién hecho. Lógico, además los cuidados de un tatuaje son muy importantes para evitar infección y conseguir una cicatrización completa y exitosa.

Así que ve pidiendo cita con tu tatuador y no te preocupes de nada, en Yasss te damos las claves para aprender, en unos sencillos pasos, cómo cuidar de un tatuaje.

curaciónY llegó el momento que tanto ansiabas, tatuarte ese diseño que te flipa y dejarlo de por vida plasmado en tu cuerpo.

Cuando el profesional termine el trabajo, procederá con los cuidados de un tatuaje recién hecho.

Es decir, te limpiará y desinfectará la zona -estará roja e hinchada, no te asustes- para aplicarte una crema calmante y antibacteriana. Y finalmente te cubrirá el tatuaje con plástico transparente -es lo habitual-, para que ninguna bacteria curiosa se pose en él y pueda infectarlo.

El tiempo que tienes que aguantar con el papel film dependerá del tipo y del tamaño del tattoo, por lo que será el tatuador el encargado de facilitarte esta información, así que deja de hacerte fotos para Instagram del resultado y préstale mucha atención.

Una vez lo luzcas con tus amigos ve directamente a casa y ponte manos a la obra con la curación, pero… ¿cuáles son los cuidados después de un tatuaje? Cero complicaciones, no tendrás ningún problema.

Tras retirar el plástico, con las manos limpias, tendrás que lavarte la zona con agua tibia y un gel de pH neutro libre de perfumes -pide recomendación a la persona que te lo ha hecho- y después sécala a toques con una toalla de papel, o papel de cocina -evita el papel higiénico, ya que te dejará restos- y una vez seco deja que la piel transpire unos minutos. Seguidamente tendrás que aplicarte crema cicatrizante, la más común es Bephantol o Aquaphor, y extenderla con suavidad por todo el tatuaje para que se absorba. Repite este proceso por lo menos tres veces al día, durante una semana aproximadamente. Guarda tuit.

Tras tener más que claro los cuidados del tatuaje durante los primeros días, cúmplelos responsablemente e intenta dejar la zona, en la medida de lo posible, al aire para que la piel transpire y se regenere lo antes posible.

El proceso de curación completa suele tardar dos semanas, tiempo en el que tienes que seguir rigurosamente una serie de cuidados y precauciones.

Ten en cuenta que los tiempos de curación pueden variar en función de cómo reaccione tu cuerpo.

Una vez finalices con la crema cicatrizante -recuerda que el tatuaje es una herida abierta que debe cicatrizar-, continúa manteniendo limpia la zona y comienza a aplicarte crema hidrante. Utiliza Nivea, sí la de la lata azul que usan tus abuelos para hidratarse las manos, durante las próximas dos semanas. Recuerda… 'Siempre hidratado, nunca inhidratado'.

Una de las principales dudas que te surgirá es cómo cuidar un tatuaje recién hecho para dormir. No olvides seguir las recomendaciones del tatuador, pero lo habitual es dormir el primer día -e incluso el segundo y el tercero- con la zona envuelta en papel de plástico. En adelante no es necesario que tomes más precaución que el lavado y la aplicación de la crema.

Muy importante no rascarse nunca, en caso de que te pique, sopla para aliviar o lávalo. Y tampoco te arranques la costra, -deja que caiga sola-. ¡Ah! Y si eres runner o un adicto al gym olvida de hacer deporte durante los primeros días, para evitar una sudoración en exceso.

Otro must en cuanto a cuidados después de un tatuaje es no ir a la piscina durante las semanas de curación, recomendable un mes. Y por supuesto no exponerte al sol durante este mismo tiempo. Así que, si te resulta complicado cumplir estas precauciones porque necesitas mostrárselo al mundo -bombardea a tus followers con fotos y sacia tu ansia de like-, directamente háztelo en los meses de otoño o invierno.

Aunque ya sabes cómo cuidar un tatuaje los primeros días y el resto del proceso de curación, no dudes en consultar a tu tatuador cualquier pregunta que te surja. Y no olvides escuchar a tu cuerpo y actuar en consecuencia. Y ahora… ¡ya estás ready para hacerte ese tatuaje que tanto te flipa!