Tras unos meses en la que tensión ha ido en aumento y la comunidad internacional ha permanecido muy atenta a la situación, estudiando los posibles escenarios ante una posible guerra, finalmente este 24 de febrero, Rusia ha iniciado la invasión de Ucrania. Antes de que comenzaran los bombardeos en distintos puntos del país, Vladímir Putin anunció una "operación militar especial" que ya ha dejado 40 muertos y ha sido condenada por la Unión Europea, que ha pedido que se detenga "inmediatamente" el ataque y ha anunciado "sanciones masivas" a Rusia en el ámbito económico.
La guerra no solo tiene consecuencias humanas, políticas y económicas. En el plano cultural también ha habido repercusiones, en concreto, en relación con el Festival de Eurovisión, en el que en varias ocasiones se han puesto de manifiesto las diferencias entre Rusia y Ucrania. El mismo día en el que ha comenzado el ataque sobre su país, la Radiotelevisión Pública de Ucrania le ha pedido a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) que excluya a la televisión rusa de participar en el Festival de Eurovisión 2022, que se celebrará en mayo en Turín.
Por el momento, la UER no se ha pronunciado sobre esta cuestión ni sobre la otra petición que le ha hecho Ucrania, que es la expulsión de su organismo a los medios rusos. Quien sí que ha tomado ya una decisión sobre su participación en Eurovisión, antes de que diera comienzo la guerra, fue Alina Pash, que fue la escogida para representar a Ucrania en Eurovisión este año y decidió retirar su candidatura menos de una semana después de ganar la preselección ucraniana, organizada por el comité Vidbir.
Alina fue la favorita del jurado profesional para representar a Ucrania, su país natal, en Eurovisión con su canción 'Tini zabutykh predkiv' (en español: 'Sombras de los ancestros olvidados'), en la que resaltaba el pasado ucraniano y denunciaba las amenazas a su nación diciendo cosas como "las trembitas [trompeta típica de los Cárpatos] se están lamentando por la libertad de mi pueblo".
Pero, tan solo un día después de su elección, las redes se inundaron de críticas hacia ella, porque había compartido una foto con un chaquetón de los colores de la bandera de Rusia unos días antes de ganar la preselección ucraniana y porque salió a la luz que Alina había viajado a Crimea en 2015, un año después de que Rusia invadiera esta región de Ucrania y se la anexionara de manera ilegal.
Ante la oleada de críticas, Alina decidió renunciar a representar a Ucrania en el popular certamen europeo y anunció su decisión con un comunicado en Instagram en la que pedía a sus conciudadanos a permanecer unidos: "No quiero esta guerra virtual y el odio. La guerra principal ahora es externa, que llegó a mi país en 2014 [...] Con gran pesar retiro mi candidatura como representante de Ucrania en el Festival de la Canción de Eurovisión. Lo siento mucho". Tras la invasión de Rusia, Alina ha condenado el ataque a su país, ha pedido ayuda a la comunidad internacional y ha explicado que usará su cuenta de Instagram para difundir "datos reales" sobre el conflicto armado.
El 22 de febrero, cinco días después del anuncio de Alina, la organización del certamen europeo anunciaba en sus redes sociales que la sustituiría el grupo Kalush Orchestra, que quedó en segunda posición en la preselección ucraniana y que era el favorito del público. "Estamos muy agradecidos a todos los que nos apoyaron en la final y nos dieron el primer puesto en las votaciones por SMS. Prometemos a cada ucraniano que estaremos a la altura de vuestra elección", ha comentado el grupo tras conocer la noticia.
No es la primera vez que Rusia y Ucrania dejan ver sus diferencias a través de su participación en Eurovisión. En 2009, año en el que el festival se celebró en Moscú, Rusia escogió como representante a la cantante ucraniana Anastasía Prijodko, que no había conseguido ganar en la preselección de su país. En 2017, cuando Rusia se había anexionado Crimea a la fuerza, Ucrania prohibió la entrada en el país a la cantante Yulia Samoylova, la representante de Rusia.
La razón que dio el Gobierno ucraniano, que reforzó el sistema de seguridad de Kiev con 3.700 agentes, es que sus leyes lo impedían: por decreto, todo ruso que haya visitado Crimea después de 2014 tiene prohibido su ingreso en Ucrania durante tres años y Yulia había visitado esa península como parte de una gira de conciertos. Finalmente, pese a los esfuerzos de la UER, la cantante rusa no pudo participar en el festival y Rusia decidió que no retransmitiría el certamen por televisión.