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El viaje vital (y radical) de Cepeda: de diseñador Industrial a estrella de la música en menos de cuatro años

  • Su carrera ha sido fulgurante. Entre polémicas y éxitos, Cepeda sigue dando que hablar entre los que lo adoran y los que lo critican

De Luis Cepeda siempre quedan rescoldos calientes y abrasadores de los que hablar. Tuvo sus buenos crush y líos de faldas. Tiene fans con ganas de mantener vivo el culto a su figura, polémica en cada plató que pisa: los cepedistas conocen cada detalle de su biografía como si fuera un mantra recitado en la oscuridad. Sabemos casi todo de él desde que fue nominado en cinco ocasiones a la expulsión en OT y protagonizara unas cuantas portadas en la prensa rosa con sus cuitas con Susana Molina, concursante de ‘La isla de las tentaciones’. En cuatro nominaciones a la expulsión en OT mantuvo la cabeza intacta, hasta que lo guillotinaron sin miramientos en la quinta. De todos modos, fue uno de los favoritos del público durante muchos programas, y una vez dejó el concurso con la cabeza alta, siguió dando que hablar.

Cepeda y sus comienzos

El eterno nominado de OT esconde en realidad un currículum profesional muy alejado de lo que sus fans esperarían. Tiene el Grado en Diseño Industrial, y una parte de su formación también ha tocado la arquitectura técnica. Este orensano pone los pies en la tierra en 1989.

Lo de la música y la arquitectura, de alguna manera, ya le viene de familia, concretamente de su padre, que alternaba dos profesiones: la arquitectura y la fabricación de guitarras. Su tío también era miembro de un viejo grupo de roqueros, Desmadre 75. Si el dicho es cierto y de la casta le viene al galgo, queda claro que Cepeda tenía que seguir la semilla de su propia familia, desde abajo.

Como cuenta en muchas entrevistas, él sigue siendo el mismo, y sus amigos no han cambiado desde sus comienzos en YouTube, plataforma en la que se formó de forma autodidacta imitando a otros grandes, subiendo covers y rasgueando los acordes que, más tarde, sembrarían una ventana hacia el futuro. Un miura que va a lo suyo, este músico que siempre pone la última palabra en sus muchos encontronazos con la prensa y los fans. Ya en OT protagonizó alguno de los programas más tensos, con esas nominaciones que le tuvieron siempre al borde del pulgar para abajo de los coach y sus miradas de césares romanos, y del público, siempre más gustoso de salvarlo para que siguiera poniéndole buenos ojos a su crush de entonces, Aitana.

En el verdadero comienzo de Cepeda influye primero su paso por Youtube, con algún que otro temazo que se hizo viral, justo del que sería el primer trampolín: el programa La Voz. El músico es autodidacta, pero allí por donde ha pasado ha captado la atención de los jueces y del público sin esforzarse demasiado. ¿Es polémico y siempre da buenos titulares que generan clicks? Desde luego, pero es indudable que posee también un talento musical, como le ha demostrado a cada juez al que ha impresionado en cada talent show. En La Voz cayó muy rápido en uno de los duelos, pero antes se llevó el favor de Laura Paussini; y como Cepeda no se casa con nadie así quieran encerrarlo en una Jaula y llenársela de rosas y billetes, eligió a Malú, una de las jueces, para que le apadrinara.

El salto a la primera línea

Luego llegó OT. Media España enganchada como un yonki gigantesco a los devaneos eróticos, gorgoritos y duetos de Amaia, Raoul, Ana Guerra o Cepeda, el eternísimo nominado que siempre se salvaba en el último segundo. La audiencia en picos de prime time nunca vistos. Los cepedistas saben que el músico iba tan a lo suyo que, pese a merendarse a más de 10.000 aspirantes en el casting, hasta su fecha de entrada no tenía ni idea de cómo funcionaba el programa. El resto es historia, como suele decirse. En la gala nº 9 Cepeda no aguantó el tipo y fue expulsado. Había aguantado las cuchilladas, los concursantes que le comían la tostada con mejores directos (Roi, del que es muy amigo) y la química sin postre con Aitana.

De la salida de OT se recuperó bastante rápido, y hasta tuvo una gira con sus compañeros de edición en la que le robó un beso a Aitana frente a un público rugiente con los ojos en blanco. Más de 60.000 espectadores vieron aquel beso robado a Aitana mientras sonaban Los Ronaldos y su ‘No puedo vivir sin ti’. La metáfora no era nada sutil, desde luego.

No hay comienzo sin continuación y sin final, claro. Universal Music lo fichó para que siguiera haciendo lo que mejor sabía hacer: conquistar el corazón de sus fans con esa música salvaje que brota del interior, pura, sin artificios. Cepeda no se esconde. Tras su expulsión y la gira con el resto de triunfitos publicó su disco debut, ‘Principios’, que ha sido tenido una continuación y una revisión del material en 2019. Toneladas de prensa rosa, salidas de tono, desplantes y otros programas de televisión han coronado la carrera del músico desde que se vino abajo en uno de los programas de OT porque no podía soportar la presión.