Las primeras citas son tan importantes, que su concepto ha pasado a tener un nombre propio. Si escuchamos la expresión 'primera cita', lo primero que se nos viene a la mente es esa sensación de nervios en el estómago, de expectación, de la esperanza de que todo salga bien... Las primeras citas nos exigen mucho, es la primera vez que nos ponemos delante de una persona a solas y por la cual seguro, tengamos algún interés más allá de mantenerla como una buena amistad.

El hecho de organizar ese primer encuentro es un momento muy decisivo, que recordarás el resto de tu vida. Estarás días pensando en cómo plantearla de la mejor manera para que tu crush la acepte, cualquier plan te parecerá un fail porque consideras que vas a caer en el tópico, o porque estás seguro de que te dirá que no. Y el miedo al rechazo es algo que a todos nos corre por la sangre, una sentimiento que además nos puede impiden conseguir muchas de las metas que nos proponemos.

Una vez que has superado esa primera fase y ya tienes el sí -Yasss-. Viene la incertidumbre del plan, la duda sobre el outfit más apropiado, si le molarás o no... Y solo te queda cruzar los dedos y encomendarte al espíritu arrebatador de Noah Centineo.

El momento del encuentro siempre es algo bastante raro, ¿le doy dos besos? ¿le saludo como siempre? ¿qué digo? Crees que lo tienes todo calculado, pero cuando llega el momento no dices ni haces nada de lo que pensabas, en incluso puedes llegar a comportarte como si otra persona hubiera tomado el mando de tu cerebro. Quizá hasta te sientas un poco estúpido, pero eso es algo normal e innato por la vergüenza y la presión acumulada pueden jugarte una mala pasada... ¡Relájate y disfruta del momento!

Según va pasando el tiempo durante la cita, normalmente, empezarás a sentirte más cómodo, a relajarte y poco a poco a poco volverás a ser tú mismo frente esa persona y te mostraras tal y como eres ante ella. El ambiente os envuelve, llega un momento en el que sois solo vosotros dos, donde el entorno ya no importa. Y es justo en este momento, cuando las dudas e inseguridades volverán a asaltarte, toca decidir si es el momento idóneo para lanzarte y lo mas importante: ¿le gustará? o... ¿me hará la cobra?

Los besos en las primeras citas es un momento que marca un antes y un después en la relación con esa persona. Puede que ella no sienta lo mismo y no le apetezca tener nada contigo, y cuando te lanzas te lleves el chasco de tu vida. O bien, todo lo contrario, puede que esté receptiva y tenga tantas ganas como tú de que se produzca ese beso que tanto ansiabas -un epic win de manual-.

El beso en si es algo que también nos preocupa y nos perturba antes y durante este tipo de citas. No sabes si vas a estar a la altura de las circunstancias, si a esa persona le gustarán tus besos, si seréis compatibles... Son muchas las variables que condicionan los besos de una primera cita, y que nos pueden llevar al éxito o al estrepitoso fracaso.

Una cosa debes tener muy clara: A besar no se aprende, es algo que vamos mejorando o practicando con los años, pero a besar no se aprende. No hay vídeos tutoriales en Internet para aprender a besar ni existe la fórmula ni la clave para conseguir el beso perfecto. Es más, no todos los besos son iguales.

Aunque es cierto que hay diferentes tipos de besos: más o menos románticos, con más o menos pasión y desenfreno, besos cariñosos que nos alivian y los necesitamos... También hay besos que duelen, como son los besos de despedida, besos que sirven para decir adiós o hasta siempre.

Lo que si siempre debes tener en cuenta a la hora de dar un primer beso a alguien, es que se haga desde el corazón y lo sientas realmente. Los besos más bonitos son los que surgen de una forma natural y espontanea, esos en los que los labios se empiezan a atraer como unos imanes y hace que esas dos personas se fundan en una sola.

Desde que nacemos los besos forman parte de nuestras vidas, nos los dan nuestros padres, nuestros familiares y hasta nos saludamos con dos besos cuando nos encontramos con amigos y conocidos. Sin embargo, no le damos tanta importancia a esta muestra de afecto, hasta que no llega el momento de dar ese primer beso a la chica o chico que te gusta. Se trata de beso que recordaras toda tu vida y que te hará sentir lo que antes ningún otro beso te hizo sentir. Disfruta del momento y déjate llevar, porque raramente experimentarás nuevamente esa sensación.