Mi ex me amenaza con compartir contenido mío subido de tono: cómo actuar correctamente
Si tu ex te extorsiona con enseñar fotos eróticas tuyas, recuerda que en estas situaciones la culpa es de quien comparte o amenaza, no tuya
La sociedad avanza y las formas de interactuar con nuestra pareja también. Las redes sociales forman parte de nuestro día a día y aunque muchos lo criminalicen, no podemos negar que cada vez más personas se suman al sexting. Si te suena a chino, esta práctica consiste en enviar mensajes, fotografías o videos de contenido erótico a través del móvil mediante WhatsApp, Instagram, Facebook o cualquier otra aplicación de mensajería.
El principal riesgo del sexting es que a posteriori se compartan las fotos que tú enviaste a tu ligue o pareja. ¿Es un delito que tu ex comparta fotos eróticas tuyas? ¿Y que te amenace con ello? ¿Cómo actuar si esto sucede? Hoy responderemos a todas estas preguntas.
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Qué es el sexting y qué no
sextingEl sexting está cada vez más normalizado, pero muchas personas no tienen claro lo que es. En consecuencia, se criminaliza, se juzga y culpabiliza a quien lo practica y se dan consejos que a menudo no evitan los riesgos.
Algunas características que diferencian el sexting de otras prácticas son:
- La voluntariedad. Cuando tú envías o recibes algo, hay consenso por las dos partes. Ambos estáis de acuerdo, os respetáis mutuamente y tenéis intención de comenzar una conversación de índole sexual. Que te manden una foto de un pene en Instagram no es sexting, es acoso.
- El contenido de los mensajes es sexual. En ocasiones implica fotografías o vídeos, pero lo que sí o sí define al sexting es la descripción de situaciones de tipo erótico o sexual. Esto varía mucho de una persona a otra y lo que para ti es excitante, para otro puede no serlo.
- Se realiza mediante aplicaciones de mensajería instantánea. Por ejemplo, WhatsApp, los mensajes privados de Instagram, el messenger de Facebook, correos electrónicos, por videollamada, etc.
Practique sexting y ahora mi ex me amenaza, ¿qué hago?
sexting Tu pareja y tú cortáis, tal vez de buen rollo o tal vez con discusiones de por medio. Sea como sea, un tiempo después reaparece y te empieza a molestar. Cuando le pides que te deje en paz, te amenaza con compartir fotos, vídeos o conversaciones tuyas subidas de tono con sus amigos o con desconocidos.
Si esto sucede lo más normal es que los nervios se apoderen de ti y te pongas en lo peor. Intenta mantener la calma y, sobre todo, sigue los siguientes consejos:
- No cedas. Lo más probable es que sea un farol para chantajearte y que accedas a seguir hablando con él, reanudar la relación o cualquier otra cosa.
- No te sientas culpable. Tú enviaste esas fotos o vídeos porque confiabas en tu pareja y no te imaginabas lo que iba a suceder. Intenta no autofustigarte y recuerda que en estas situaciones la culpa es de quien comparte o amenaza, no tuya.
- Corta la conversación cuanto antes. Como mucho puedes decirle que no tiene tu consentimiento para compartir esas fotos y que vas a ponerte en contacto con la policía, pero después no hables más con esa persona. Te va a intentar asustar, así que intenta no darle coba y, como decía antes, no cedas a sus peticiones.
- No borres la conversación. Lo más probable es que todo se quede en una anécdota desagradable, pero si la situación va a más y tienes que denunciar, necesitarás pruebas. Ponte en contacto con un perito judicial para certificar legalmente todos los pantallazos de la conversación. También hay webs para certificar la publicación de un contenido en Internet, pero es un poco lioso y lo mejor es que te dejes asesorar por un profesional. Lo importante es que haya constancia de sus amenazas y extorsión.
- Denuncia. Amenazar con compartir contenido erótico de tu pareja o expareja es ilegal, así que estás en todo tu derecho a denunciar. Puedes ir directamente a la comisaría de Policía Nacional de tu barrio o ciudad, o ponerte en contacto con el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, que están especializados en este tipo de problemas. Sea como sea, no lo dejes pasar. La ley está de tu parte.
Si eres menor de edad y te estás viendo envuelto en esta situación, háblalo con tus padres o con un adulto de confianza. Es comprensible que sientas miedo a que te juzguen, te echen la bronca o te castiguen, pero ellos sabrán manejar el problema y podrán ayudarte a poner fin a las amenazas.