Elegir nombre artístico puede ser una decisión difícil que te lleve mucho tiempo, y afortunada, si eres lo bastante inteligente como para dar con la tecla y encontrar uno que se recuerde cuando las ranas críen pelo. También puedes tener el mismo talento que teníamos en los 2.000 para nombrar esas cuentas de Messenger que, afortunadamente, han desaparecido de la faz de la tierra: ‘amantebandido2000’, ‘mariposita16’ ‘666arrobaodioestudiar’.
¿Y los artistas? ¿Cómo eligen su nombre final? ¿Te has preguntado alguna vez qué nombres reales tienen tus cantantes y grupos de reguetón favoritos?
Hoy te hablamos de sus nombres reales y de cómo eligieron su apodo.
Un nombre engañosamente infantil. Becky viene de Rebeca, y la G es un acortamiento de uno de sus apellidos: Gómez. Poca broma. Por muy casual y despreocupado que suene, a Becky le salen temazos que revientan las listas de visualizaciones y escuchas cada temporada, desde ‘A mí me gustan mayores’ a ‘Sin pijama’.
Hay una costumbre en Puerto Rico que consiste en apodar ‘yankee’ a los que destacan en alguna actividad. La excusa perfecta para que Ramón Luis Ayala Rodríguez escogiera una porción de su apodo. Lo de Daddy quizá sea por ser uno de los padres del reguetón. Fue uno de los primeros artistas del género que llegaron a España con todo por hacer.
Multiforme y esquivo, un auténtico suicida de sus nombres y apodos que se reencarna cada temporada en uno nuevo. Antón Álvarez Alfaro fue El Crema en sus inicios, C Tangana para los amigos y los haters y ahora El Madrileño (no hay mas que comprobar todos los artículos en la prensa que han empezado a utilizar este último como nuevo sobrenombre).
Como pura carne de meme y agitador viral, Antón triple A ha sido recompensado en las redes sociales con nuevos apodos basados en la manipulación de sus fotografías, retuiteadas y compartidas en un bucle eterno de nuevos motes: Puchito, Minipucho, C Tangana Pequeñito, entre otros.
Como te lo hemos contado todo sobre su próxima paternidad, en breve, su colección de zapas o los significados misteriosos de sus tatuajes, no debería faltar la explicación de su apodo. Solo tuvo que tomar la inicial de su nombre, José, y quedarse con el último apellido, Balvín, quitándole la tilde para que el sonido final fuera mejor. El completo es: José Álvaro Osorio Balvín.
No encontramos ni rastro del parecido entre el nombre auténtico de la catalana Alba Farelo y el resultado final, con ese toque de eco en el sonido que se prolonga cuando lo has pronunciado. Como apodo, ¿funciona? Desde luego que sí.
Fernando Gálvez Gómez decidió convertir un título de Lana del Rey (‘Young and Beautiful’) en algo parecido al rumor intestinal. Lo afortunado es que su apodo también refleja esa característica ojeriza entre traperos, el beef callejero, bro, la bronca como método de comunicación universal.
Como apodo, Juan Luis Londoño Arias no es demasiado eufónico que digamos, así que mejor quemar las naves y fundar tu nacimiento desde cero. Cero relación con tu nombre real.
Cuando se trata de encontrar un apodo nada mejor que la imaginación, y si no que se lo digan a Benito Antonio Martínez Ocasio, aka Bad Bunny, tu hombre de confianza para encontrar el flow en esos días de deprimirte porque ya no te dejan hacer la putivuelta en las discotecas. Para encontrar su apodo definitivo, a BB le bastó acordarse de aquella vez que hizo de conejito en una función del colegio y, sobre todo, lo mal que le sentó representar ese papel. Un conejo malo para dominarlos a todos.
El padre espiritual de muchos reguetoneros de nueva hornada, aquel que lo empezó casi todo en el género, decidió conservar la esencia de su nombre real para encontrar el apodo definitivo que incendiara los cuerpos de sus millones de fans: William Omar Landrón Rivera es el hombre que se esconde detrás de su apodo, con aires de rey del crimen.
El sobrenombre más conocido surge de la contracción de su nombre completo: ‘J Lo’. De ella se llegó a decir que había asegurado su trasero por seis millones de dólares, algo que resultó ser falso. Tiene otro apodo menos conocido. Como esta megaestrella de origen puertoriqueño se crio en uno de los barrios más conflictivos de Nueva York, ahí que quisieron bautizarla los locales con un sobrenombre a la altura: La reina del Bronx.