Bad Gyal es una de las voces del momento, por eso nadie quiere perderse sus actuaciones en directo, por lo que no es raro que el cartel de entradas agotadas sea ya habitual en sus conciertos. 

Este ha sido un gran año para ella, el éxito le ha acompañado casi desde el principio y este verano ha confirmado que lo suyo no es flor de un día. Ajena a cualquier polémica, incluso las relacionadas con el uso del autotune (algo que ella nunca ha ocultado ni mantenido en secreto), sus conciertos siempre son una fiesta. 

Por lo menos esa es la intención de la artista, que tampoco oculta los momentos en los que no lo está pasando bien sobre el escenario, como cuando durante un concierto pudo ver una cucaracha sobre el escenario y su cara cambió por completo, aunque el show continuó. 

También quiso hacer una petición durante un festival, cuando notó que no todo el mundo estaba igual de entusiasmado con su actuación. “En los festivales a veces me siento un poco extraña porque hay gente aquí delante con una cara de observar, de juzgar, de no estar disfrutando”, explicaba a su público. 

Lo cierto es que durante los festivales, son muchos los grupos que se dan cita sobre el escenario y no todo el mundo disfruta igual de los mismos artistas. 

“Los que ya me conocéis y me queréis, sabéis cómo soy, sabéis lo del autotune, sabéis lo de la faldita corta, sabéis que muevo el culo”, continuaba recordando la catalana. “Que los que estéis aquí os lo disfrutéis, y que si nos os gusta o no lo estáis pasando bien es enorme el festival, yo creo”.

Para Alba parece que es tan importante dar un espectáculo memorable en el escenario como hacerlo con la complicidad de su público. Espera que todo el mundo lo pase bien, que disfrute del show, pero es consciente de que no todo el mundo entiende su forma de vivir la música. 

Hace tiempo que dejó de tenerse en cuenta la cantidad de discos vendidos como único modo de medir el éxito, actualmente casi no se venden discos. Sin embargo, se tienen muy presentes las reproducciones de las canciones en las plataformas de streaming y, sobre todo, el éxito en los conciertos. 

Desde ElPlural han querido conocer un poco más sobre el caché de los artistas actuales, sobre todo con relación a las cantidades que piden para esos conciertos gratuitos para el público que tanto proliferan en verano. Cifras aproximadas que pueden variar en función del lugar, aforo y momento. 

Bad Gyal cobraría unos 90.000 euros, una cifra a la que habría que añadir alojamiento y gastos, pero que no incluiría la sonorización, que suele correr a cuenta de los consistorios. Si bien esta cifra no es la más alta de los analizados, sí que se encuentra entre ellas, superada por otros artistas como Bizarrap, Duki o David Bisbal.