Las cosas están cambiando, las nuevas generaciones tienen su propia manera de ver las cosas y enfrentarse a la vida (como suele ser habitual) y no tienen pensado aceptar lo que decidieron para ellos quienes ya estaban en el mundo cuando nacieron. 

Es importante adaptarse a lo que sucede en el mundo, estar a la última e intentar amoldarse a ciertos sucesos, pero tampoco es mala idea que sea el mundo el que se adapte a lo que la generación Z espera de él y en ese camino están. Lo hacen con las armas que tienen a mano y una de las más importantes son las redes sociales. 

Una sola voz no tiene tanta fuerza como la suma de varias, por eso convertir una manera de ver el mundo y enfrentarse a él en viral es el primer paso que se necesita para crear la ola que marque el cambio. Así parece suceder con el Lazy Girl Job, una filosofía de vida que va mucho más lejos que la manera de afrontar un trabajo. 

Los Lazy Girl Job son la respuesta de la nueva generación ante la figura de la girlboss o jefaza por la que durante tanto tiempo se ha apostado. Esta nueva generación se despide de la necesidad de llegar a todo, de dedicarse a su carrera en cuerpo y alma y que su trabajo se convierta en su vida mientras intenta, como pueden, equilibrar esto con su vida privada y familiar. 

Ya no es su meta en la vida, ahora lo que quieren es un trabajo que no les exija habilidades especialmente técnicas, con responsabilidades limitadas y definidas, trabajos tranquilos, sin presiones, flexibles y con un sueldo que no es excesivamente alto, pero que les permite vivir con dignidad y darse algunos caprichos. 

Sobre todo, lo que se busca con estos trabajos ideales para ‘vagos’, es poder conciliar la vida laboral y la personal, evitando que el trabajo absorba todo el tiempo que hay disponible. 

No parece algo demasiado descabellado de pedir, un trabajo que te motive lo suficiente, que no exija demasiado esfuerzo por tu parte y que esté bien pagado. Este término se convirtió en viral el TikTok gracias a la tiktoker y creadora de contenido Gabrielle Judge. “No queremos ser vagas”, explicaba para la revista Fortune. “Simplemente, no queremos trabajar tan duro para un sistema que funciona contra nosotras”.

Las reacciones ante su propuesta, que tal y como señala su nombre es exclusivamente femenina, no se hicieron esperar, miles de voces se han sumado a la causa, tanto compartiendo sus lazy girl jobs, como la idea en sí. “No tengo que hablar con gente y solo vengo a la oficina dos días por semana”, decía una usuaria. “Todo lo que hago es copiar y pegar los mismos correos electrónicos, coger tres o cuatro llamadas al día, tomarme un descanso extralargo, muchos más descansos y conseguir un buen salario”, explicaba otra.

Queda claro que esta propuesta de trabajos poco exigentes, sin demasiada presión, aunque tampoco prestigio profesional, es la nueva aspiración para una generación que no quiere vivir para trabajar.