Nombrar las cosas es importante, porque hace que sean más reales. Descubrir que esas actitudes, que sufrimos o que tenemos, se repite en otras personas nos ayuda a sentir que no estamos solos, también a ser conscientes de que hay situaciones que se repiten en las relaciones, a menudo relacionados con conductas tóxicas.
Ahora, conceptos que hace tiempo eran extraños y novedoso, se han convertido en algo habitual. Cada vez es más frecuente conocer a alguien a quien le han hecho ghosting, padecerlo en primera persona e incluso recordar situaciones en las que nosotros mismos actuamos de esta manera, tal vez sin ser conscientes del daño que esto podría producir en el otro.
Conocer qué son y en qué consisten estos nuevos términos que se emplean cada vez con más frecuencia para definir situaciones tóxicas, puede ayudarnos a reconocerlas y de este modo huir de ellas o evitar ponerlas en práctica, porque, aunque no queramos reconocerlo, cualquiera es susceptible de cometer este tipo de errores.
Esta práctica debe su nombre al artista callejero Banksy, concretamente a su obra ‘Niña con globo’. El autor, conocido por su lado más transgresor, dejó al mundo boquiabierto cuando, tras subastar esta obra en 2018, pudieron ver con sus propios ojos cómo se autodestruía.
Esto formaba parte de la performance creada por el autor, quien pasó mucho tiempo planificando no solo la obra, sino también su posterior destrucción. También el momento exacto para que todo esto sucediera y el impacto fuera mayor. Meses de planificaciones que llevaron a ese momento.
Precisamente a esto hace referencia el ‘banksying’, al tiempo que dedica uno de los miembros de la pareja a planificar la ruptura, a calcular cuál es el mejor momento para terminar la relación, alargándolo en el tiempo y arrastrando a la otra persona en un periodo de infelicidad.
A nadie le gusta ser dejado, pero tampoco dejar es una tarea sencilla, por lo que algunas personas esperan que llegue ese momento ideal, ese instante perfecto en el que todo resulte idóneo para hacer saber su decisión a su pareja, quien lleva tiempo sospechando que algo pasa aunque se encuentre con la negativa por parte de la otra persona.
Este término no se ajusta ni hace referencia a todos aquellos indecisos que no tienen claro si su relación ha llegado a su final o si merece la pena hacer un último esfuerzo para salvar lo que un día fue la relación definitiva para ambos. Se habla de ‘banksying’ en esos casos en los que la persona tiene claro que la relación no tiene salvación, mientras planifica cómo será su final.
No está bien hacer creer a la otra persona que las cosas van bien cuando tenemos claro que se ha acabado. Esto es un acto egoísta y que demuestra que se tiene muy poca responsabilidad afectiva. La comunicación es una vez más clave en la pareja, porque permite conocer la situación cuanto antes, lo que hace que pueda hacerse a la idea y comenzar el tiempo de recuperación en lugar de vivir engañado y preocupado porque sabe que algo no va bien en su relación.