Cada vez se conoce más sobre el mundo Drag queen gracias a la visibilidad que se ha conseguido a lo largo del tiempo, programas como RuPaul’s Drag Race y su versión en español han conseguido acercarlo al mainstream. Pocas son las personas que no sepan lo que es el Drag, incluso cuando no tienen demasiado clara cuál es su intención o desconozcan el lado más reivindicativo de esta expresión artística. 

Mucho menos famosos son los Drag kings, pero también merece la pena conocerlos y saber cómo, desde su posición y con sus herramientas, cuestionan los roles de género, pero ¿qué es en realidad el movimiento Drag king?

El Drag king es una expresión artística que interpreta la masculinidad desde un punto de vista crítico y también reivindicativo; cualquier hombre, mujer o persona no binaria puede ser un Drag king. Este arte pone el foco en la construcción de lo masculino y busca empoderar a las personas a través de la exploración del género. 

En muchas ocasiones se emplean los estereotipos para tratar de romper con la masculinidad, el objetivo no es perpetuar la masculinidad tóxica, sino “generar otro tipo de masculinidades y generar arte a través de todo eso de una manera exagerada y artística”, explicó para El HuffPost Sara Rodríguez, creadora de la plataforma Colectivo Drag King.

Este proyecto surgió en 2017, como TFG de Sara y con la intención de dar a conocer este movimiento dentro del colectivo y activismo LGTBI. Históricamente, las mujeres se han vestido de hombre por muchos motivos, como para poder acceder a lugares que les eran vetados por el hecho de ser mujeres. Esto es considerado como el germen, el origen de este movimiento. 

“Todo lo que es romper con la masculinidad le atraviesa de pleno el punto del movimiento feminista, dependiendo de dónde estuviera”, explica para el mismo medio el artista drag Marcus Massalami, quien trabaja codo con codo con Rodríguez. Espectáculos reivindicativos, que también acercan a través de talleres donde cualquier puede dejar salir su lado más masculino, creando personajes a su medida.

Ambas disciplinas tienen muchos puntos en común, aunque cada uno desde su espacio y con sus ‘normas’. Las Drag queen buscan ‘apropiarse’ de la feminidad a través de la crítica, pero con el objetivo de entretener al público, que es hacia donde se ha ido dirigiendo con el tiempo. Los Drag king hacen lo propio con la masculinidad, de momento con desarrollando esos personajes como forma de crítica a los estereotipos de género. 

Mientras que las ‘reinas’ buscan espectáculos cada vez más atrevidos y actuaciones más espectaculares, donde priman los monólogos, pero también las coreografías y los ‘lip sync’, abrazando esa dinámica del drag race, los ‘reyes’ de momento prefieren no competir, buscando dar visibilidad a un sector que hasta el momento ha estado muy invisibilizado, incluso dentro del colectivo.