Lejos de recibir críticas o condenas, desde que las imágenes de Daniel Sancho comenzaron a circular por las redes, muchas personas comenzaron a elogiar su físico o incluso a confesar que se sentían atraídas por el joven de 29 años olvidando el motivo real por el que ganó gran visibilidad: un asesinato.
A partir de allí, comenzaron a surgir "fans" del joven acusado de haber asesinado a Edwin Arrieta en Tailandia y una polarización entre estas y las personas que acusaban a las seguidoras de la "sexualización" del criminal que nublaba el juicio social de las acciones del joven. Este fenómeno se tiene nombre y se denomina "hibristofilia", es decir, la atracción por un criminal.
Lo cierto es que a lo largo de la historia han habido muchas "caras bonitas" detrás de las rejas tales como "Ted Bundy" el asesino serial que debido a su atractivo generó fanáticas a lo largo de Estados Unidos que pedían su liberación, y los casos más cercanos y similares en nuestro país, fueron los de Miguel Carcaño y Sergio Morate quienes también fueron ejemplo del síndrome.
Una psicóloga llamada Lara Ferreiro fue entrevistada en Cuatro para brindar más detalles sobre este síndrome. Allí la profesional explicó que esta "atracción emocional y sexual por un criminal o asesino" se da por lo general en un perfil de una mujer de 30 a 50 años que por lo general se encuentra en una relación tóxica.
Según la profesional existen dos tipos de hibristofilia: la "pasiva" que es que la persona fantasea con la idea de tener una relación sexual con el criminal, pero nunca se lleva a cabo y por el otro lado, la "activa" que son las personas que tienen relaciones emocionales y sexuales con el asesino.
Además, existen tres tipos de mujeres que a la hora de tener pareja lo afrontan de manera diferente y pueden motivar a este perfil. "Primero, están las mujeres que son conservadoras a la hora de elegir pareja, que no le atrae para nada los criminales porque saben que podrían ser las próximas víctimas y podrían ser peligrosos...estas tienen un perfil de pareja sano", explicó Ferreira.
"Luego hay dos tipos de mujeres que aquí sí que corren riesgo de caer en esta hibristofilia que son, por un lado, las "arriesgadas" ya que "idealizan" y minimizan el riesgo porque sus relaciones son muy pasionales, son de ida y vuelta y por la hormona de la adrenalina, que es la del riesgo, te acabas enganchando", explicó y añadió, "el tercer perfil son las mujeres que tienen el 'rol de salvadoras', que creen en que o bien va a cambiar, que es una falsa y tóxica creencia de amor o bien creen en su inocencia. Piensan que el amor todo lo puede y que esta persona o cambia o es inocente", señaló la psicóloga.