Lo ideal sería vivir en un mundo en el que no existiera el acoso, pero de momento eso es solo un deseo, una utopía, por lo que muchas personas tienen que buscar la manera de evitar convertirse en víctima de esta situación.
Lo bueno de vivir en un mundo globalizado en el que las redes sociales ayudan a comunicarse es que todos esos trucos pueden ponerse en común, haciendo que más gente los conozca y pueda recurrir a ellos, reduciendo las situaciones molestas e incluso de peligro que existen en el día a día.
Estos métodos y sistemas no hacen que el acoso desaparezca, pero pueden ayudar a que las mujeres, víctimas en su mayoría de estas situaciones, se sientan un poco más seguras y protegidas hasta que el acoso desaparezca de nuestra sociedad.
Esto es lo que se pretende con el método ‘subway shirt’, que se ha viralizado en TikTok y está pensado para evitar el acoso en el transporte público.
Llega el calor y con él desaparecen las prendas de abrigo y se da la bienvenida a los tejidos ligeros, los vestidos y los tirantes, crecen los escotes y también las miradas indeseadas y comentarios inapropiados. Por eso, muchas mujeres han optado por aplicar el método ‘subway shirt’, que podría traducirse como ‘camisa de metro’.
Haciendo honor a su nombre, este método no es otra cosa que llevar una camisa amplia en el bolso para ponerse sobre la ropa cuando entran al metro. De este modo, no solo cubren la ropa que han escogido para hacer frente al calor, también su cuerpo, que en esta época del año suele quedar más al descubierto.
Esta es una manera de frenar esas miradas lascivas que incomodan, esos comentarios que nadie ha pedido y que llegan en forma de piropos en los mejores casos y de frases descaradas o desagradables en los peores. Los casos de acoso aumentan con la llegada del calor y de este modo las mujeres buscan protegerse de ello.
Esta es una ‘solución’ temporal para una situación que no debería producirse. El hecho de tener que cubrirse en una época de calor en la que la ropa que se quiere llevar es otra solo para evitar que los demás conviertan a las mujeres en un objeto al que se puede acosar por el mero hecho de estar ahí dice mucho de la situación que afrontan cada día las mujeres.
De hecho, se podría considerar que, al cubrir su cuerpo, se asume que llevar ropa más ligera es motivo para que el acoso aumente, cuando el problema radica en el acosador y no debería centrar el foco en la víctima. No obstante, la situación no es sencilla, según un estudio del Ministerio de Igualdad, el 60,5% de las mujeres de 16 a 24 años han sufrido acoso sexual, en la mayoría de los casos por parte de desconocidos, como los que se encuentran en el metro.
Este método no es más que un parche, una forma de autoprotección, como la de no perder nunca de vista la copa en los bares o intentar no volver nunca solas a casa, que las mujeres activan para evitar el acoso hasta que esta lacra desaparezca de la sociedad.