La situación de los derechos LGTBIQ+ en Europa y en el mundo varía mucho en función del país en el que te encuentres. España tiene leyes que protegen de los delitos de odio y de sus agresores aunque los casos no cesan, pero existen otros muchos países que proponen y aprueban leyes en sus parlamentos para perseguir a la comunidad queer y ponerle fin. Países en los que las personas LGTIQ+ se encuentran silenciadas, reprimidas y castigadas con la cadena perpetua y con la pena de muerte, en el peor de los casos.
Por ello, cada año la asociación internacional ILGA-Europe publica un ranking en el que participan más de cincuenta países para saber cuáles son los territorios más peligrosos para la comunidad LGTBIQ+ y cuáles son los destinos más seguros.
En Europa occidental existen países que son y que han sido muy importantes en el desarrollo de los derechos LGTBIQ+ como Bélgica o los Países Bajos, pero existen otros países en el continente europeo que se encuentran muy lejos de llegar a ese punto de tolerancia: Rusia y Bielorrusia se sitúan como los países más peligrosos por permitir los delitos de odio y prohibir la cultura LGTBIQ+ en la sociedad.
Recientemente, la situación en países como Rusia o Bielorrusia ha empeorado con la guerra de Ucrania y leyes anti-LGTBIQ+ se han endurecido también en países como San Marino, Lituania, Polonia, Hungría, Rumanía y Bulgaria. El ranking sitúa a la mayoría de los países de Europa del Este y de Asia Central en los puestos inferiores, y por lo tanto en los puestos más peligrosos, por no proteger contra los delitos de odio y criminalizar a las personas LGTBIQ+.
Pero aunque en Europa occidental se goce de un cierto amparo político, ha sorprendido la baja posición de dos de las principales fuerzas centroeuropeas: Reino Unido se encuentra en la posición 14 del ranking, e Italia en la posición 34. Dos puestos muy bajos para dos países que han acogido las manifestaciones LGTBIQ+ más multitudinarias de los últimos años, aunque estas movilizaciones también fueron motivadas por un aumento en el número de los delitos de odio: solo Reino Unido registró 8.650 casos en 2022.
Los Países Árabes son los más peligrosos para la comunidad queer. En territorios como Sudán, Yemén, Irán, Brunéi, Pakistán, o Afganistán, la homosexualidad está castigada con la cadena perpetua y con la pena de muerte, se dan ejecuciones en la calle e incluso lapidaciones.
En Arabia Saudí, Nigeria o Mauritania la situación es crítica. Su código penal contempla como castigo la flagelación, la decapitación y la lapidación, cualquier acto de libertad y tolerancia en la sociedad es detectado de inmediato y lo suprimen. Y en muchos casos, las personas queer que son tratadas como criminales de guerra, las envían a la horca o al corredor de la muerte.
El pasado mes de enero, las autoridades iraníes castigaron con la horca a dos hombres (Karimpour de 32 años y Mohammadi de 29 años) tras pasar seis años en el corredor de la muerte acusados de "sodomía". Ambos perdieron la vida en la horca, según afirma el grupo de Activistas de los Derechos Humanos (HRAI) en Irán.
En Estados Unidos existe una protección civil limitada hacia las personas queer que cada vez es menor, ya que constantemente se promueven leyes anti-LGTBIQ+. En estados como Michigan, Misisipi, Georgia o Carolina del Sur se permiten ampliamente los discursos de odio contra la comunidad queer, la cultura LGTBIQ+ y la diversidad familiar, y en especial se muestran en contra de las leyes que amparan a las personas transexuales. Solo en 2022, se propusieron al menos 300 proyectos de ley de este tipo.
Según la Organización de las Naciones Unidas, en 1 de cada 3 países del mundo es peligroso mostrarse abiertamente como persona LGTBIQ+. En 68 naciones, prohíben actos sexuales entre personas del mismo sexo y en 2 naciones los criminaliza con penas irreversibles.
Este año, España se encuentra en la posición número 4 del ranking, una subida que se debe a la reciente aprobación de la Ley Trans en nuestro país. Delante nuestra se posiciona Dinamarca, Bélgica y Malta como los países más seguros. Y fuera de Europa, Canadá es reconocida como la capital queer por excelencia, por ser puntera en la protección de la diversidad y la cultura queer, por su innegable historia de lucha y perseverancia, y por su fuerte compromiso con los derechos y libertades LGTBIQ+ capaz de traspasar fronteras.