La mayoría de personas que han vivido un Erasmus coinciden en que es una de las experiencias más memorables que una persona joven puede vivir mientras estudia en la universidad. No únicamente por el hecho de salir fuera de tu propio país y conocer otra cultura, sino por los distintos aprendizajes vitales y grandes historias que proporciona una de las becas españolas más queridas por los estudiantes universitarios.
“Aprendí muchísimo”. “Me bebí mi propio peso en cerveza”. “Estudié poco, salí mucho y una noche memorable desperté desnudo en una bañera; me faltaba un riñón”. “El mejor año de mi vida”.
Y, con todo, antes de lanzarte a pedir una beca Erasmus y conseguirla hay algunas cuestiones que deberías plantearte. Para empezar, el estado solo sufraga una pequeña porción de la estancia en el extranjero unos 300 euros en destinos donde la vida está a precio de sangre de unicornio (Noruega o Dinamarca), y, de media, 260 euros en países en los que el nivel medio de vida solo anda un poco por debajo, como Alemania, Chipre, Bélgica o Francia.
Sabiendo que tendrás que pagar alquiler, matrícula de universidad y distintos gastos de vida como mínimo, la pregunta que muchos se hacen es; ¿cuánto cuesta de media vivir en cada país?
Vete pensando en pagar con el otro riñón que te queda, o asegúrate de prometer a tu mecenas que le entregarás a tu primogénito cuando nazca, como en los cuentos antiguos. Para un estudiante español, el coste de vida en estos tres países es esa tirita que se arranca de la herida sin anestesia.
En Finlandia, el coste de vida medio es de 1492 euros al mes; alquilar una habitación, 780 euros. Suecia anda rondando cifras parecidas: 1446 euros de media; 750 una habitación. En Noruega, subimos a 1935 euros para el coste medio de existir, y casi 1050 alquilar un agujero en el suelo.
En Islandia, salir a la calle ya te da ganas de vivir como un liquen, apenas alimentándote de la luz del sol. Puedes arrancar un trozo de glaciar y chuparle las vitaminas, así quizás ahorres algo en alimentación y coste de vida medio (2189 euros aproximadamente), y algo seguro que te quedará para decirle a tu casero que es un hombre apuesto y te rebaje algo de los 1193 euros que cuesta de media… sí, lo has adivinado: una habitación.
Con una inflación que ya se sitúa en el 9% interanual, el coste de de vida se cifra en unos 1500 euros de media, con tortura especial en lo tocante al alquiler de una habitación: 709 euros. En España, con los alquileres disparados en todo el territorio, y ya rozando lo delirante en grandes capitales, no andamos muy lejos. Los 500-600 euros que cuesta alquilar una habitación en algunas zonas de Madrid o Barcelona así lo prueban. Despídete de tu cerveza Guinness diaria.
Oh, ¿qué es eso que viene por el horizonte? ¿Una vida digna donde uno no cena noodles recalentados? ¿Precios asequibles para la fruta? ¿Un poni? Mucho nos tememos que no. Como ejemplo, lo que ya cuesta de media alquilar una habitación en Londres: 971 euros. El coste de vida anda por los 1547 euros al mes.
El coste de vida medio se sitúa, eurillos abajo y arriba, en unos 1450 euros. De los cuatro países, el que tiene las habitaciones en alquiler más caras es Alemania (863 euros), seguido de Bélgica (822) y Francia, donde el cuchitril estándar baja a 760. Oh, la la.
En Países Bajos, el coste aproximado de vida llega a los 1850 euros mensuales. Tu casero nunca podrá ser tu mejor amigo, teniendo en cuenta el precio medio de habitar un cuarto con luz natural: 1152 euros.
Nuestro vecino de la bota vive su inflación disparada (9,1) con la penitencia del que sabe que tendrá que ahorrar en sorbitos de aire para hacerle la transferencia mensual a su casero. En ciudades como Roma, el alquiler de una habitación ronda los 680 euros, y el coste de vida se sitúa en unos 1270 euros.
Mantienen precios de vida algo más reducidos que los nuestros. 1102 euros para el día a día, y 659 para una habitación en ciudades como Lisboa.
Sí, hay países para irse de Erasmus más baratos que otros, como así indican las cifras. En los citados, el coste de vida desciende por debajo de los 1000 euros, aunque en todos los casos la inflación se sitúa por encima del 13% interanual, lo que es una auténtica salvajada e impacta en el precio medio de alquiler de una habitación.
Polonia es donde resulta más caro alquilar (628 euros), seguida de Eslovenia y Eslovaquia (620 y 587 euros. Los números se vuelven algo más razonables en Hungría (424 euros) o Serbia (350 euros). Macedonia o Turquía podría sonar hasta baratos como lugar para vivir un Erasmus sin morir económicamente en el intento, si lo comparamos con otros destinos. Menos de 600 euros el coste de vida medio, y unos 250 el precio del alquiler de una habitación. Por otro lado, unos precios inasumibles para los propios locales, como se deduce del dato de Inflación. Ahora mismo, en Turquía supera el 80%.