El objetivo final es que la actuación en el Liverpool Arena sea perfecta y por eso es necesario practicar y practicar. Muchos de los ensayos de Blanca Paloma y su equipo son privados, pero a muchas de las actuaciones previas, que también podrían considerarse como tal, han sido públicos y delante de muchos espectadores. 

Tal vez por eso la artista ha querido poner toda la carne en el asador cada vez que se ha subido a un escenario, presentando versiones ligeramente diferentes (también con grandes cambios) de aquella que le llevó a alzarse con el triunfo en el Benidorm Fest y convertirse en la representante de España para Eurovisión 2023. 

Blanca Paloma, por representar a nuestro país, pasa directamente a la gran final del certamen, saltándose las semifinales que se celebran unos días antes. España forma parte de los Big Five, porque es uno de los países que más aporta a nivel económico a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del concurso. A pesar de eso, y con un poco de suerte, puede que podamos verla actuar dos veces. 

Como decimos, en cada una de las paradas de esta ‘gira’ previa a Eurovisión, Blanca Paloma ha querido presentar diferentes versiones de su tema. No solo a nivel visual, cambiando de look, aunque manteniendo cierto hilo conductor, como el color blanco y las texturas de los outfits, también en el plano musical. 

Una de sus primeras paradas tras convertirse en la representante oficial fue Lisboa. En este espectáculo cambió el top granate que le llevó a convertirse ganadora por un top de inspiración de mantón que también llevaría en el videoclip. Su versión acústica, sentida y acompañada solo de la guitarra de José Pablo Polo, fue muy emotiva. 

En la Barcelona Eurovision Party, probó la versión electrónica, similar a la presentada en Benidorm. En esta ocasión también lo hizo sin bailarinas, pero también sin Polo, productor y coautor de la canción. Tel Aviv e Israel Calling era su siguiente parada internacional, allí probaba con una apertura distinta, con un inicio más largo. 

Volvía a actuar en España y lo hacía en Madrid, como anfitriona de la PrePartyEs, para una noche especial escogía algo diferente, en lugar de las cinco bailarinas esperadas, subían al escenario ocho y dos palmeras, y ella se sumaba al baile en la parte final. En este evento actuó dos veces, y lo hizo, como no, con dos versiones. La segunda en acústico, de nuevo con Polo a la guitarra y con una introducción nueva. 

En Ámsterdam no solo innovó con la canción, también sorprendió tocando una guitarra eléctrica con un arco de violín. La última de las pre party de Eurovisión se celebró en Londres, y allí volvió a la versión electrónica y de nuevo sacó la guitarra eléctrica y el arco. 

Con estas actuaciones, y con las que no formaban parte de la gira pre Eurovisión, como la que tuvo lugar en los Premios Platino, en Eurovision… A Little Bit More o la despedida en Madrid, Blanca Paloma no solo calienta motores, también demuestra que la misma canción puede tener versiones infinitas y todas emocionantes.