Hay personas que se tatúan porque les divierte, porque les gusta o porque les parece estéticamente atractivo. Para otras es una forma de honrar momentos de su vida, de recordar instantes y personas especiales. En el caso de Álvaro de Luna, actual novio de Laura Escanes, parece que ambas opciones quedan enredadas, pues el artista presume de una más que completa colección de tatuajes que pretende seguir ampliando.
Grandes, medianos, pequeños… su cuerpo recoge sus experiencias vitales, una suerte de tradición para él de la que no duda en hablar siempre que le preguntan, algo habitual, pues es una tradición que llama bastante la atención. Así, durante la presentación de su disco ‘Levantaremos al sol’ habló sobre sus planes para seguir aumentando el número de tatuajes en su piel.
No es fácil saberlo, porque él mismo reconocía haber perdido la cuenta, pero el número está en torno a los 43 tatuajes. Aseguraba que ya había completado el brazo derecho y revelaba en ‘Hueso en cadena 100’, el significado de algunos de los nuevos que en ese momento se había hecho.
Por ejemplo, se puede ver en su brazo un tatuaje de Bugs Bunny y Álvaro recordaba el motivo por el que se lo había tatuado, además de porque le gusta mucho el personaje. “La primera vez que vine a Madrid yo era muy pequeño y me llevaron al parque Warner, allí compre un Bugs Bunny pequeñito y se lo regale a mi abuela, fue el primer regalo tontorrón que le hice”.
Este conejo no estaba solo en la zona, donde también se puede ver una gramola, que recoge su amor por la música, una porción de pizza, por lo mismo, su año de nacimiento (1994) y también la cabeza de un elefante, relacionada con su proyecto musical. Entre sus planes estaba tatuarse en gallego la frase “La vida para nosotros”.
Todos estos tatuajes se suman a los que ya tenía y los nuevos que todavía faltan por descubrir, dibujos que son importantes, palabras como ‘Familia’, que lleva en su pecho porque para él lo son todo. Un vaso con humo, con el que recuerda a la banda que formó en Londres trabajando en un bar, “Era un bar superconcurrido, íbamos poniendo Guinness en vasos recién salidos y se veía cómo salía el humo de los vasos", explicaba.
Un indio y un vaquero, en honor al gran éxito que obtuvo durante su etapa en Sinsinati con la canción Indios y Vaqueros, grupo del que formaba parte antes de comenzar su etapa en solitario. Muchos son los homenajes que rinde a su profesión y su pasión, la música ha dejado huella por toda su piel, también en su muñeca, donde luce los símbolos de Rewind, Play y Forward.
De otros todavía no está claro el significado, pues no de todos ha contado su historia. Tiene también una nave extraterrestre, un ángel o un abanico, una cabeza con dos caras o una bombilla… Quedan muchos misterios por desvelar y eso sin contar todos los tatuajes que le quedan por hacerse.