Samantha Hudson se ha convertido en un referente en todo lo que a la lucha de derechos del colectivo se refiere. La joven es cantante, actriz, influencer y activista, lo que ha hecho que sea considerada una de las artistas más polifacéticas de nuestro país. Y no solamente eso. También, destaca por esa forma de expresarse tan descarada, por vestir cómo quiere y por su característica estética tan marcada. Pero, ¿cuándo saltó a la fama?

Samantha nació en el año 1999 en la ciudad de León, aunque, al poco tiempo, se mudó a Mallorca. Cuando era muy pequeña, sobre los once años, pasó una etapa de firme devoción hacia la Iglesia católica, de la que más tarde se desligaría debido a la poca atención que ofrecen al el colectivo LGTBI+.

Fue en el año 2015 cuando se dio a conocer gracias a la publicación de su primer sencillo, Maricón, que grabó para una asignatura de un proyecto de clase. El videoclip de la canción se publicó en internet y generó tanto rechazo como admiración. También, muchos colectivos religiosos protestaron en contra de la canción.

Probablemente, uno de los episodios más controvertidos de su vida, además de aquellos que aparecen en sus canciones, lo vivió con solo 16 años. Corría el año 2015 cuando fue excomulgada por el Obispo de Mallorca. Todo se produjo después de que el grupo Hazte Oír recogiera firmas contra su videoclip Maricón. 

En 2017, y tras acabar bachillerato, se mudó a Barcelona con la única idea de vivir de la música. Un año más tarde acabaría trasladándose a Madrid. Fue en la capital de España donde comenzó a dar distintos conciertos por el barrio de Chueca junto a Paco Clavel. Además, protagonizó una obra de teatro llamada Eutanasia Deluxe. También, ha hecho varios cameos en televisión y ha sido concursante de Masterchef. 

Durante todos estos últimos años, Samantha se ha convertido en todo un referente en lo que a la lucha del colectivo LGTBIQ+ se refiere. Algo que ha levantado una infinidad de quejas, sobre todo entre los seguidores de Vox. Fueron ellos mismos quienes recogieron una iniciativa donde pedían cancelar su concierto en Fuengirola. Tras saber de la petición, Hudson afirmó que “si la Virgen estuviera viva, vendría a mi concierto”. 

Tras leer el comunicado, la artista explicó que todo lo que le reprochaba a la Iglesia católica, lo hacía por el “desprecio al matrimonio homosexual”. “Tienes que poder decir lo que te dé la gana y también estar abierto a reproches. Y debe entenderse desde dónde se ejerce el humor, cuál es tu público y cuál es el contexto. Y con esta fórmula de tres, puedes saber si está bien o mal el humor que estás haciendo”, se justificó la artista sobre la petición de Vox. 

Es por eso que Samantha siempre se ha mostrado ‘descarada’, sin miedo al qué dirán. En sus redes sociales, la joven influencer acumula casi 300 mil seguidores y este canal se ha convertido en su forma de comunicación. Es ahí donde se define a sí misma como "una casi chica y casi normal / procaz, hereje y hortera". Y no solamente son estos los adjetivos que ha utilizado para describirse. El año pasado, en una entrevista, dijo que era "asexual, anticapitalista y marxista". Además, también se considera "transformista y travesti de guardia las 24 horas".