Seguramente hayas escuchado o visto en tus redes sociales a un influencer tan reconocible como Luc Loren, o incluso sepas identificarlo al instante por su canal de Youtube y su sección 'No estamos locas', una de las más potentes de Youtube. Y bien: ¿quién es este influencer que tanto ha hecho por visibilizar alguno de los problemas más complejos de nuestro presente y tratarlos con total naturalidad? 

Te lo contamos.

Unos datos rápidos para ubicar al que es uno de los rostros más conocidos entre los creadores de contenido e influencers españoles: Zaragozano del 93. 29 años, 11 de ellos dedicados a crear contenido con su propia marca. “En Instagram me defino como 'Digital tv host' y 'Dj & showman' porque somos la imagen que proyectamos y uno se tiene que vender muy bien”, explica en una entrevista para Aragón Noticias. Otros sintagmas para definirlo: influencer, prescriptor de marcas, activista LGTBIQ+, divulgador social (otra vez sus palabras). También valdría lo de hombre orquesta, que es más rápido e intuitivo.

Dentro de esa “prescripción divulgativa”, Loren ha destacado por ser un comunicador muy hábil para entender este presente ansioso y algo depresivo que nos ha tocado y llevarlo a su propio terreno. En los últimos años se ha interesado por acercar la salud mental y los problemas del colectivo LGTBIQ+ a su comunidad de fans, cada vez más amplia (anda cerca de los 300.000 seguidores en Instagram, y de los 500.000 en Youtube). Lo ha hecho en “No estamos locas”, una sección en su canal de youtube con un contenido cien por cien dedicado a los problemas que afectan a los millennials y centennials, y en otras colaboraciones para marcas.

Su estilo, su cercanía y, sobre todo, su implicación con algunos de los problemas de mayor calado de la actualidad lo han convertido en un especialista en abrir melones; alguien que se atreve a arremangarse para entrar en el barro de los temas que más preocupan a la población joven, y en especial, a la del colectivo LGTBI.

“Intento dar cabida a todos los temas que tienen categoría de social y hacen reflexionar a los jóvenes. Parece que no nos queremos informar y eso no es real. Lo que pasa es que a veces los jóvenes recurren menos a los medios tradicionales de información y van a canales como el mío u otros formatos con debates en los que participan personas más jóvenes”. 

Transexualidad, ansiedad, veganismo, ataques terroristas, depresión, VIH, prostitución, cáncer o la mutante poliamorosidad del presente son asuntos han aparecido con cierta frecuencia en la batería de temas que trata con sensibilidad y cercanía en sus redes sociales y sus entrevistas a algunas de las ‘caras’ más reconocibles de la generación Z y millennial, estas últimas en la sección ‘No estamos locas’, donde sus invitades se abren en canal para hablar de los asuntos que les preocupan y comparten sus experiencias más íntimas. 

Hace escasas semanas, su gran amiga, la influencer Gigi Vibes, habló con él del amor tóxico y de la problemática relación que mantiene con su cuerpo. No importa el asunto, sino, más bien, su impacto social, su capacidad de entrar en la sensibilidad

Loren no oculta la admiración, el respeto y cariño que siente hacia Aída Domenech, una de sus mejores amigas. “Para mí, Aida es un ejemplo de estudio sociológico, porque siempre ha sabido saltar de una plataforma a otra. Empezó en Blogspot, luego saltó a Instagram, Youtube y televisión”.

El youtuber suele referirse a un dato muy curioso: su carrera como creador de contenido para Internet empezó prácticamente a la vez que la trayectoria en progresión geométrica de Dulceida, y por lo que se deduce de sus palabras, puso su granito de arena para que esta influencer top se convirtiera en la figura que hoy es. Según explicó en una entrevista de 2018, la vida los juntó en Barcelona hace más de doce años, antes de que se convirtieran en dos de los ‘influs’ más reconocibles del panorama.

“Otros amigos y yo, que estábamos a su lado, le editábamos el canal y empezamos a conseguir seguidores por formar parte de su vida. Dentro de su círculo, los que supimos crear algo con cara y ojos desarrollamos nuestra propia marca”, explica. “Recuerdo una noche en la sala Razzmatazz, que fuimos a pinchar, y empezaron a pedirnos fotos y a gritar nuestros nombres. Nunca nos había pasado eso y aquella noche me di cuenta que esto se estaba convirtiendo en algo gordo.”

La relación entre ambos siempre ha mantenido un equilibrio perfecto entre lo personal y lo profesional. De hecho, durante una época, Loren trabajó para la agencia de marketing de influencers Be Agency, que contaba entre sus representadxs con Dulceida.