Llevamos ya meses escuchando noticias relacionadas con el polémico Mundial de Catar 2022 y su falta de empatía con los derechos LGTBIQ+. A través de las palabras de su presidente, Nasser Al Khater, hemos conocido la postura oficial que regirá durante la contienda entre selecciones. Y son malas noticias para el colectivo. La laxitud respecto a los derechos humanos básicos del país, conocido por su intolerancia hacia los homosexuales, tendrá su reflejo en la competición.

Según se deduce de las palabras de Al Khater, los aficionados y los propios jugadores no tienen nada que temer por su integridad. Estarán seguros, siempre que se atengan a la “letra pequeña” del país catarí, donde la “práctica de la sodomía” está penada con la cárcel. Si eres gay, han advertido los organizadores con una declaración llena de sobreentendidos y retórica, tendrás que serlo puertas para adentro.

La respuesta, contundente, no se ha hecho esperar entre algunas de las selecciones que participarán en el mundial y sus ejércitos del balón. ¿Qué jugadores gays podrían acudir a la competición? ¿Quiénes han declarado sentir miedo?

En 2021, el jugador australiano fue pionero con su valentía para hablar abiertamente de su condición sexual. Es uno de los pocos jugadores del mundo que han declarado públicamente su homosexualidad, en un entorno hipermasculinizado donde la norma, durante décadas, ha sido el silencio y la ocultación de todo lo que no sea la heterosexualidad normativa.

El australiano es muy consciente del peligro que puede suponer para su integridad física acudir a la cita futbolística en Qatar, y se ha mostrado indeciso al respecto. 

"Leí algo sobre que Qatar aplica la pena de muerte a la gente gay, es algo de lo que tengo mucho miedo y me hace no querer ir allí", explicó. "Esto me entristece. Uno de los mayores logros de un futbolista profesional es jugar para tu país, y saber que es en un país que no apoya al colectivo gay y que pone en riesgo nuestra propia vida, me aterra y me hace pensar si mi vida es más importante que hacer algo realmente bueno en mi carrera profesional". Aún no se sabe si con seguridad si participará en el mundial.

El jugador se ha mostrado abierto a representar a la selección de Estados Unidos en el mundial. Su predisposición es clara: "Definitivamente iría a la Copa del Mundo si me llamaran. Sería un honor", le contó al periódico US Sun. "Creo que podría enaltecer a la comunidad gay, y lo haría además con mucho respeto. Me aseguraría que todos supieran que un jugador gay participa en la Copa del Mundo, y que no haya ningún tema con ello y, sobre todo, que se respete".

Como otros futbolistas, Collin se mostró preocupado por cómo sería recibida su orientación sexual en el terreno de juego. “En mi caso, obviamente, hay cierta preocupación y un poco de inseguridad. ¿Sería aceptado? ¿Qué clase de abusos recibiría por parte de los hinchas en los estadios?"

El delantero del Blackpool fue el primer jugador en toda la historia del fútbol inglés que decidió hablar sin miedo sobre su orientación sexual y se declaró gay.

Sobre la cita en Catar, por el momento, no ha declarado su posición. Si acude, sabremos cómo enfrenta el problema de ocultar su condición sexual en un entorno hostil a las personas gays.

Inglaterra es una de las selecciones que ha mostrado su rechazo frontal a la política contra las personas homosexuales del país catarí. Su capitán ha anunciado que lucirá un brazalete con la bandera del colectivo para llamar la atención sobre el problema de fondo: la falta de respeto a los derechos humanos. Kane no es gay, y sabe perfectamente que la FIFA puede sancionarle por su postura política, pero ha decidido ir a por todas con este gesto.

No es la única demostración de antagonismo que le ha llegado a la organización del mundial. La marca que viste a la selección de Dinamarca ya ha borrado su logo de las camisetas de la selección como respuesta a otra de las polémicas relacionadas con Catar: las condiciones laborales de la fuerza de trabajo migrante procedente de Bangladesh, India y Nepal que trabaja en condiciones de semiesclavitud para construir el estadio a tiempo. Su situación ha sido denunciada activamente por Amnistía Internacional.

La marca ha declarado: “No queremos ser visibles durante un torneo que le ha costado la vida a miles de personas”.