No todos los actores y actrices comienzan sus carreras en el mismo punto de su vida. Se conocen muchos ejemplos de intérpretes que aterrizan en la industria a una cierta edad, con media biografía ya vivida. No necesitan la experiencia, porque la experiencia ya viene con ellos para ser repetida ante una cámara. 

En otros tantos casos, sucede justo al contrario. Es la industria del espectáculo la que les pone delante ciertos ritos de paso que no se olvidan jamás (tranquilidad, no estamos hablando de enterrar un cadáver). ¿Qué pasa cuando estos actores y actrices son tan jóvenes que su primer beso llega en la gran pantalla?

Algunos vivieron para contarlo.

La ex princesa Disney, digna heredera de una larga estirpe de divas que consiguieron escapar de su jaula de oro, comenzó tan joven en esto de actuar que su primer ‘muerdo’ le pilló en mitad del rodaje de ‘Zach & Cody’. El elegido fue el actor Dylan Sprouse. Según contó la it girl, modelo y actriz, la experiencia tuvo todos los ingredientes de una película de terror de bajo presupuesto y le brindó una de las peores experiencias (besuquiles) de su vida. El motivo: Selena estaba entonces enamorada del hermano de Dylan, Cole Spouse.

En cuanto al beso propiamente dicho, ¿movió Dylan mucho la lengua, como las aspas de un ventilador industrial? ¿Hubo exceso de saliva? ¿El mordisco dejó marca? En otra entrevista, el actor recordaba vagamente haberse besado con alguien del rodaje que podía haber sido Selena, pero no se mostró muy seguro. Muy bien, Dylan. Todo un caballero.

La muerte por avispa más ridícula del cine de los 90, y la que más nos hizo llorar a muchos, trajo para el mítico protagonista de ‘Solo en casa’ su primer beso con la actriz Anna Chlumsky. La película fue Mi chica.

Fue bastante incómodo para el actor, que no quería juntar labios bajo ningún concepto porque le resultaba embarazoso. Curiosamente, el ‘muerdo’ entre estos dos protagonistas adorables se llevó un MTV Award en 1992. Tenía su propia categoría en esa entrega de premios.

Brown se ha convertido en una de las actrices jóvenes más importantes de la generación, y en uno de los personajes más queridos de la serie en la que se estrenó como protagonista (también uno de los más hipersexualizan y vigilan los medios). 

En la primera temporada de Stranger Things, su primer beso con el actor Finn Wolfard fue una experiencia totalmente nueva para ella. “Era el primero, así que fue… raro”. Está visto que el amor y la elocuencia argumentativa son cosas que a veces no van juntas.

El cine de los 90 podía permitirse un poco de gerontofilia y cringe en pantalla, y más en Entrevista con el vampiro, una película donde la propia edad del elenco tenía su eco en la narrativa y el aspecto físico de los personajes. Como resumen: “Un vampiro milenario se besa con un joven de 30 años y después bebe del grifo a gusto”.

La paradoja viene aquí: Dunst era la vampira con aspecto de niña, más vieja que el incesto o el comer humanos, y Pitt la víctima en su punto dulce (30 años tenía). Para Dunst, que entonces había cumplido once años, fue “asqueroso” vivir su primer beso con uno de los hombres más deseados del mundo. De él dijo que era como su hermano mayor.

Su primer beso vino en la serie ‘Aquellos maravillosos 70’. Para ambos intérpretes, esos encuentros fueron raros y no especialmente románticos. Siempre prefirieron los reales. La pequeña pantalla les regaló su profecía amorosa autocumplida. Seis años después de conocerse en un plató se casaron en la vida real. 

Tan de método es la protagonista de Ladybird que, cuando era mucho más joven, le preguntó al realizador de Yo nunca podría ser tu mujer cuánto tenía que durar su primer beso en pantalla con uno de los niños del reparto. ‘Tres segundos’, le respondió el director. La actriz no tenía ni medio gramo de ganas de vivir esa experiencia, pero el cine es el cine y su mandato de hacer creíble el amor en pantalla siempre gana. “Mientras me besaba”, explicó, “conté hasta tres en mi cabeza. Definitivamente sufrí por el arte”