‘Despechá’ ha sido, sin duda, uno de los bombazos de Rosalía para este verano que ya ejecuta su último perreo. El tema, como casi cualquier movimiento que hace la cantante, no ha venido a nuestras vidas sin atraer algo de polémica. 

Hace algunas semanas nos enterábamos de que la canción y su intrahistoria guardaban algunos puntos de giro bastante jugosos. Originalmente, ‘Despechá’ iba a ser una colaboración con Omega, una de las grandes figuras del merengue urbano a nivel mundial. Según ha trascendido por las propias declaraciones del cantante en una entrevista para el medio Alofoko Music, fue el equipo de marketing y la productora de la cantante quienes decidieron sacarle de la noche a la mañana para dejar que la catalana lo cantara solo. 

La decisión fue un jarro de agua fría para los fans del dominicano, que ha mantenido un perfil bajo en los últimos años por los problemas de salud que padece. Es cierto que existían algunas circunstancias atenuantes que podían haber llevado al equipo de imagen que rodea a Rosalía a tomar la decisión. Omega, igual que sucede con ‘ilustres’ compañeros de gremio, ha mantenido algunos pulsos por la ley a lo largo de su dilatada carrera. ¿Habrá influido en su expulsión su historial delictivo?

Hoy repasamos sus roces con la ley.

En República Dominicana, de donde es originario, Omega es toda una leyenda. Nadie puede arrebatarles la contribución enorme que ha hecho al género con temas como ‘Pegao’, un auténtico hit viral en todo el mundo que llegó incluso a hacer bailar en TikTok a Thalia, Joe Jonas o Nicky Jam (otro buen amigo de la justicia, con dilatada experiencia en dormir en el camastro de una celda por sus problemas con el alcohol y las drogas). 

El gusto por el gatillo fácil es conocido entre ciertos próceres del género. A Anuel AA, la posesión de una ‘pipa’ y la posterior redada policial en una discoteca lo llevaron a pasar unos cuantos meses en la cárcel, a experimentar distintas epifanías religiosas entre salida al patio y salida al patio y, dicho sea de paso, a parir ‘Real hasta la muerte’, el que quizá sea su mejor disco. 

Según trascendió en su momento, a Omega no le debió gustar mucho fluir velozmente por la ciudad con su Maserati y toparse con el conductor de un autobús de línea, quien, según relataron entonces diversos medios, lo ofendió. Si en los territorios civilizados estos asuntos se solucionan a gritos, y si acaso, con un bonito gesto del dedo o mentando a la madre, al cantante le pareció una buena idea sacar una pistola, violando así la ley de su país. Apenas unas horas más tarde, fue el abogado del cantante el que aclaró en redes sociales que no se trataba de un arma de fuego, sino de un taser, una pistola diseñada para disparar descargas eléctricas e inmovilizar un cuerpo. La jueza rechazó la petición de prisión para el cantante.

En 2014, Omega se vio envuelto en un tiroteo en un centro comercial y fue arrestado. Él siempre defendió que no había disparado ningún arma y que fueron sus guardaespaldas los que tuvieron que protegerlo en el fuego cruzado. Tras el incidente, el juez le pidió que se presentara a fichar cada dos meses en el juzgado. Omega se declaró en rebeldía, lo que le llevó a ser encarcelado una vez más. Finalmente, hubo acuerdo judicial y lo liberaron.

No han sido una sino dos exparejas del cantante las que lo han acusado de ejercer violencia doméstica y abusos contra ellas. La primera acusación la recibió en 2008, aunque su mujer acabó retirando los cargos y su paso por la celda fue relativamente breve. Con su segunda mujer, Sahira Valerio, la condena fue de cinco años, aunque El Fuerte recibió la condicional por buen comportamiento y su tiempo entre rejas fue menor del acordado en la pena inicial. 

Según publicó el medio El Día, “El tribunal decidió que el intérprete de música urbana cumpla con una serie de condiciones durante los cinco años, entre estas asistir a terapias en el Centro de Intervención Conductual para Hombres, realizar 120 horas de labor comunitaria, en horario que no interferirá con su oficio y abstenerse del uso de bebidas alcohólicas y el porte de armas de fuego. Además deberá realizar un curso de inteligencia emocional, abstenerse de viajar al extranjero sin previa autorización judicial y abstenerse de molestar, intimidar, amenazar o agredir a la víctima”.

Años más tarde, Omega recibió otra acusación, esta por la supuesta agresión a un menor que intentaba grabarlo con su móvil. Fue el mismo día que la cadena Univisión quiso llevarlo a los tribunales por atacar, supuestamente, a un cámara y a la periodista que cubría un evento y romper una cadena de oro valorada en varios miles de dólares. En ambos casos, el cantante llegó a un acuerdo amistoso con las partes.