Nadie puede escapar de la Navidad. Nadie. La odies o la ames, te la tienes que comer. ¿Porque nos hace felices y nos convierte en mejores personas? ¡No! Porque da dinero. Lo peor de todo es que también da villancicos. Muchos villancicos. Y de ellos tampoco hay forma de escapar.
Pues resulta que esa repetición infinita de algunas melodías navideñas que así de primeras nos ponen más contentos porque, ¡¡ES NAVIDAD!!, podría tener un impacto negativo en nuestros cerebros.
Esto, realmente, pasa con cualquier tipo de canción. Existe una fórmula psicológica para medir cómo nos afecta la música a nivel neuronal. Si pudiera dibujarse, esta gráfica tendría forma de U. En el primer pico de esa U estaría el gustico, el ponernos de muy buen humor, el hacernos sentir bien. En el otro pico, la tortura. Pero no la de Shakira y Alejandro Sanz, que también, sino la de taladrarte la cabeza hasta volverte loco.
Seguro que te ha pasado mil veces: de repente una canción se convierte en tu favorita y te pasas unos días sin parar de escucharla, y de buenas a primeras, de un día para otro, la detestas. Ya no quieres escucharla más. Bueno, pues esto es de lo más normal y está perfectamente estudiado por la ciencia. Es el paso natural del primer pico al segundo de la U. Cuando has escuchando demasiadas veces una melodía, esta deja de "sentarte bien" para empezar a "sentarte mal". Te cansa. Te raya, tía.
Eso sí, si tú ya estás hasta las narices de la Navidad, imagínate cómo estarán aquellos que trabajan en tiendas durante estos días. Imagínate estar hasta arriba de gente, agobiadico perdío, y ENCIMA estar escuchando sin parar esos preciosos villancicos que llenan los corazones de los clientes que vienen a dejarse la pasta en regalos.
Según explica la psicóloga clínica Linda Blair (que además se llama como la actriz que dio vida a la niña de 'El Exorcista'), escuchar villancicos continuamente eleva nuestros niveles de estrés: "El personal de las tiendas está obligado a escuchar música navideña, y para evitar que se vuelvan locos, su cerebro está haciendo un doble esfuerzo: el de trabajar más el de evitar seguir escuchando esa música repetitiva que suena constantemente".
Escuchar música navideña durante mucho tiempo produce en tu cerebro fatiga mental. Básicamente, cuando escuchas la misma canción o el mismo tipo de música durante mucho tiempo, tu cerebro empieza a sentirse incómodo, se cansa. Y si estás trabajando con esa música de fondo te sentirás doblemente estresado.
¿La mejor solución? Los científicos proponen que se prepare un hilo musical más variado, mezclando éxitos del momento con las imprescindibles canciones navideñas. ¡Ah! Y si tú eres una de esas personas a las que la Navidad, por sí misma, ya le crea ansiedad o le estresa, por tener que estar pensando en regalos, viajes, invitados, fiestas, vestidos... ¡¡no te pongas villancicos para relajarte!!