En el tiempo de los maquillajes fantasía inspirados en series como 'Euphoria' y 'Élite' no podemos negar que hay algunos 'make up' diferentes, que nos dan ganas de copiar. Y es que es muy guay dibujarse nubles blancas con el eyeliner, ponerse perlas en las cejas y pestañas o utilizar sombras de neón para brillar con luz propia en la oscuridad. Todo color e idea cabe en este universo de belleza que nos tiene enganchados, aunque no siempre sea bien visto por todos.
Contra el exceso o más bien contra una forma de libertad de expresión se ha levantado un profesor en un instituto ubicado en Guizhou (China) que sin llegar al nivel de estas creatividades mencionadas ha decidido combatir por su cuenta cualquier rastro de maquillaje en las aulas. Para ello ha dado un paso más en eso de las típicas advertencias que se dan a los alumnos sobre cómo tienen que ir al instituto y ha impuesto su criterio, eso sí, con mano dura.
Como si se tratase de una fila para entrar en un concierto, este profesor de secundaria ha puesto a sus alumnas en una interminable cola para desmaquillar él mismo con sus propias manos a las alumnas antes de que estas entren en clase. Por lo visto él las quiere a cara lavada en sus mesas. Ni gota de rimmel ni un poco de sombra. Al natural, para dar clases. Y claro, el vídeo en el que aparece dicho profesor desmaquillando con un paño y un balde de agua a todas sus alumnas ha generado no poco debate en las redes sociales.
Tanto es así que el colegio ha tenido que defenderse de los que critican esta medida controladora y represiva sobre el alumnado y han dado a entender en público que esto se hace por el bien de las niñas. Contra el abuso de maquillaje para ir al cole, ahora está la función de profe-policía. Algo que defienden porque consideran que es beneficioso para las niñas y porque como dicen "la mayoría de las estudiantes son jóvenes cuyos padres viven y trabajan en otras ciudades y ellos quieren brindarles la orientación adecuada".
Frente a los que toman esta medida, se alzan los que ven extremo esto de desmaquillar en la misma puerta del colegio y hacerlo contra la voluntad de las chicas. Se acepta que si hay unas normas se cumplan, pero el acto en sí y el papel del profesor lo ven como un exceso de autoritarismo, ¿desmedido? pues un poquito y lejos de cumplir con un cometido didáctico da un mensaje machista y equivocado a las chicas que esperan resignadas su turno en la fila.