Ya sabemos que tener un perro es algo maravilloso. Es nuestro mejor amigo, el que siempre está ahí para animarte en tus días bajos y el que no dudará en darte su patita ante una emergencia en señal de apoyo. ¡Si es que son lo más! Y por eso ha llegado a nuestras vidas una fantasía de tendencia para no tener que dejarles solos tanto tiempo y de paso hacernos muchos más adorables los entrenamientos.
¡Ha nacido el 'Puppy Pilates'! Sí, como lo oyes la combinación de bebés perros y clases de pilates que estábamos esperando. ¡Por fin se han dado cuenta! Que sí, que los perros nos dan muchos beneficios físicos y mentales y el pilates también tiene mucho de eso. Entonces, ¿por qué no unirlo todo y hacernos las clases mucho más amenas? Porque desde luego que no es lo mismo hacer el 'roll up' o la 'plancha' si tienes a tu mascotita ahí debajo, que mirar solo con desgana la vieja colchoneta o tatami.
Pues este entrenamiento ya es real y el 'Puppy Pilates' se está haciendo en Asheville, al oeste de Carolina del Norte, promovido por el centro Cisco Pilates y cuyos fondos en esta iniciativa van para la Sociedad Humanitaria de Asheville (AHS).
Todo empezó a principios de 2017 cuando en un evento con perros de esta Sociedad Humanitaria se dieron cuenta en este centro de que necesitaban más cachorros en su vida. Lo que les pasó fue muy sencillo: fue coger a los perros en brazos y ver que podían ser un complemento perfecto para las clases de pilates pilates. Un flechazo. Y no hay aros, bandas elásticas y pelotas, pues, ¡ahora también canes!
Y dicho y hecho. Los perros entraron en las clases. Por 15 dólares la clase ya se puede participar de esta experiencia en un nivel mixto y lo mejor de todo es que no hay que preocuparse por si quieres probar esta modalidad de entrenamiento, pero no tienes perrito. Ellos te lo ponen. En concreto, la AHS es la que proporciona los cachorritos y todo lo que se recauda de las clases va íntegro para esta asociación que busca hogares para estos animales.
Si hay yoga para gatos, cabras o caballos, ¿por qué no pilates con cachorritos? Resulta super cuqui participar en estas clases y además todo es por una buena causa. No solo porque amemos a los cachorritos y estos nos ayuden con las posturas y nos den paz y felicidad, sino porque podemos hacer un nuevo amigo que, por cierto, también se puede adoptar. Y no hay mejor forma de conseguir feeling entre perro y dueño que reforzando abdominales en una clase de pilates. ¿No es ese un buen incentivo para no saltarnos ni una clase?
Los únicos que no pueden estar contentos y nos solidarizamos con ellos son todos los alérgicos al pelo de animales. Para ellos no son estas clases así que tendrán que seguir con las bandas y los aros para hacer pilates. ¡**** vida, tete!