"La evolución de las tecnologías digitales ha transformado la manera en que se crean, producen, distribuyen y explotan las obras y otras prestaciones protegidas". Así empieza el texto de la propuesta de ley que se presentó en 2016 y que va a ser debatida en los próximos días. El propósito de esta ley es regular los derechos de autor de las imágenes, vídeos y músicas que circulan libremente por internet: "en el entorno digital, se han intensificado también los usos transfronterizos, y han surgido nuevas oportunidades para que los consumidores puedan acceder a contenidos protegidos por derechos de autor".
Si esta ley se aprueba, afectaría a todo el contenido que compartes en internet y no es tuyo: una foto que has visto en Instagram y capturita al canto, un vídeo de un perrete muy gracioso que te mandaron por Whatsapp y quisiste compartir en tu Facebook, un meme que se te ha ocurrido con una foto que sacaste de Google... ¡todo!
Quizás te parezca la peor noticia de la historia, pero realmente no lo es. Los derechos de autor existen para que las personas que se dedican a trabajos creativos reciban un beneficio económico por la difusión y el uso de sus creaciones. O sea, imagina que un panadero solo recibiese dinero por el primer pan que hace, porque el resto... ¡son lo mismo, solo los está copiando! Y la gente llegaría a la panadería, cogería la barra de pan y al llegar a casa le diría a su familia que el pan es de Menganito, que es el autor. Pero se ha llevado la barra gratis.
Pues con una fotografía de Marnie, uno de los perritos-meme más famosos de las redes, ocurriría lo mismo. Esa foto la hizo una persona para compartirla en su Instagram, y solo esa persona tiene derechos de uso y reproducción de la fotografía.
Si esta ley se aprobase, las redes sociales tendrían que tener un reconocedor de imágenes y sonidos (Youtube tiene algo parecido precisamente por este motivo, Content ID, que identifica imágenes y sonidos robados, para que no te dediques a subir clips de pelis o programas de televisión y encima te saques unas pelas) para identificar todo lo que haya sido robado.
¡Se acabó ser memero! O no, todo depende de la votación de la Unión Europea. Y aunque hay muchas voces discordantes que creen que sin gifs ni memes se perdería la esencia de internet, o que esta ley va en contra de la libertad de expresión, hay bastantes probabilidades de que salga adelante. Si se aprobase esta ley las redes sociales cambiarían por completo. Aunque Youtube tampoco se murió cuando entró en funcionamiento esta herramienta...