Perder a tu madre en el metro puede ser un sustazo o un gran hilo de Twitter

Todavía con la resaca del maravilloso hilo del chino que solo quería que una señora que le robó unas plantillas "me pide me pide perdona" nos hemos encontrado con otro hilo costumbrista en Twitter que nos vuelve a sacar la carcajada porque somos capaces de visualizar perfectamente a la señora que lo protagoniza.

Esta vez es una madre, la madre del twittero Willi Depu, que vino a verle a Madrid por primera vez en su vida y se perdió la pobre en el metro.

Al parecer su madre es una señora bien, una señora que no necesita conocer la capital, porque ni que en Cádiz le faltase nada. Un punto para ella. Y otro punto porque, aunque vaya diciendo de boquilla que a ella no se le ha perdido nada en Madrid, luego bien que se le ilumina la cara cuando su hijo le dice que si se van al centro de compras.

Se dejaron ver por las mejores tiendas de la 'Milla Pobre' de Madrid (El Bershka, el Primark, el C&A...) y cuando terminaron la jornada, se volvieron en metro.

Aunque el hijo le advirtió que el metro de Madrid en fin de semana es peor que la jungla, al final ocurrió lo inevitable: la madre de Willi se perdió.

El pobre muchacho se llevó un buen susto al ver que la mano que agarraba no era de su madre. Pero, ¿y su madre? ¿Cómo estaría su madre? Su madre no había sido capaz de entrar al metro, y justo cuando él se dio cuenta se cerraron las puertas del metro dejando a esa madre tirada en el andén, viendo como su hijo se iba con el metro.

Pero claro, si la historia hubiera acabado aquí tampoco sería tan graciosa. Cuando Willi volvió a esa parada, su madre ya no estaba. Y por enredar un poco más: el móvil de Willi lo tenía su madre en el bolso, así que el muchacho estaba incomunicado. ¿Cómo saldría de esta? ¡Corre a leer su hilo!

Porque no queremos hacerte spoilers, pero esta historia tiene unos puntazos buenísimos, como cuando descubrimos que su madre se llama Rogelia y el tío de atención de Atocha creía que era una broma y que alguien le estaba pidiendo que llamase a doña Rogelia por megafonía por las risas.

Por suerte, es una historia con final feliz: Rogelia apareció, sí, pero... ¡hay más!

Rogelia, a su vez, también había estado intentando localizar a su hijo y, como él, también había avisado a seguridad... pero engañando un poco, como hacen las señoras bien. ¡Esto parece una historia digna del mismísimo M. Night Shyamalan, menudo giro final!

De verdad, viva Twitter y sus hilos, vivan los hijos que pierden a las madres y vivan las madres que demuestran tener recursos hasta en la jungla más salvaje: el metro de Madrid.

Otro hilo mítico: