Llevamos más de un año conviviendo con el coronavirus, pero eso no quiere decir que nos hayamos acostumbrado. Sí, ya no nos molestan las mascarillas, e incluso nos sentimos mejor si la llevamos puesta; ahora nos agobian un poco las multitudes y preferimos los espacios abiertos donde corre bien el aire. Y es que, en el fondo, el miedo al virus no se va. Porque la gente se sigue muriendo por de covid, sobre todo en países como India, Estados Unidos o Brasil. Por suerte, en otros países, como España, las vacunas han provocado un cambio notable en el número de fallecidos y contagiados.

En esta caso vamos a hablar de la ciudad taiwanesa de Kaohsiung, en China, donde viven más de dos millones de personas. Debido a una nueva ola de contagios, la ciudad ha decretado un autoconfinamiento. Han pedido a los ciudadanos que se aíslen hasta que los casos se reduzcan y, la mayoría, lo cumple. Sin embargo, ya hemos visto en otras ocasiones cómo los jóvenes suelen tener más problemas a la hora de cumplir las restricciones. Y es normal, puesto que están en una edad en la que sociabilizar es crucial para ellos y el aislamiento puede afectarles psicológicamente en mayor medida que a los adultos.

Para asegurarse de que su hijo cumplía con las normas y no salía a la calle a no ser que fuera estrictamente necesario, esta madre tuvo una idea un poco loca. Según ha informado Mothership, ella llevó a su hijo de 15 años a la peluquería engañado, diciéndole que necesitaba un corte de pelo. Pero esta madre se había compinchado con el dueño, Huang Ling Xiang, para hacerle un corte de pelo ridículo que avergonzase a su hijo. Este era su plan maestro para que el adolescente se encerrase en su casa y se protegiera, así, del coronavirus.

¿Locura o protección? Probablemente locura. De hecho, cuando el joven se vio en el espejo con la mitad de su pelo rapado y la otra mitad no, gritó y se echó a llorar. Lo curioso es que, gracias a que el peluquero contó la anécdota en su página de Facebook y colgó alguna foto, sin mostrar la cara del chico para proteger su identidad, ¡muchas otras madres lo contactaron para hacerle lo mismo a sus hijos!

¿Te acuerdas de cuándo, durante el confinamiento en España, mucha gente se atrevió a cortarse el pelo en casa e incluso a hacerse cambios de look radicales? De todas formas, esa idea de que la peluquería no tiene tanto misterio y que nosotros podemos hacernos cosas guays en casa es bastante común al ser humano y no necesitamos una pandemia para liarnos una muy gorda en la cabeza.

Hace unos meses conocíamos el caso de Kinsey, una joven que quiso teñirse el pelo de azul en casa y acabó convertida en un pitufo, con cara y brazos también azules. ¡Puedes verlo en el vídeo!